Comienza la cuenta atrás. El BBVA tiene tres semanas desde este jueves para terminar de convencer a sus accionistas de que apoyen la ampliación de capital con la que pretenden comprar el Sabadell. Ya sea a través del voto físico, electrónico o delegando su voto al consejo de administración de cara a la junta extraordinaria convocada para el viernes 5 de julio.
El propio banco ha explicado a sus inversores que los votos delegados y los votos electrónicos deben recibirse con una antelación superior a 24 horas respecto a la fecha de la celebración de la junta en primera convocatoria (aunque se celebra en segunda convocatoria). De manera que los accionistas que quieran votar anticipadamente deberán hacerlo, como tarde, el miércoles 3 de julio.
El BBVA ha entrado oficialmente en campaña y está tratando de seducir a sus pequeños y grandes inversores por todos los canales posibles. En el caso de los minoritarios, con llamadas, cartas y vídeos. Y en el caso de los grandes, a través de reuniones y encuentros. El banco vasco tiene actualmente 726.100 accionistas, según las cuentas presentadas al mercado a cierre del primer trimestre de este 2024.
El 80% de ellos son minoristas, pero poseen menos de 5.000 acciones. Por su parte, los grandes inversores, los que tienen de 500.001 acciones en adelante, apenas suponen el 0,04% del total. Sin embargo, son estos últimos los que tienen un mayor número de acciones. De las 5.837.940.380 acciones que el BBVA tenía en circulación a cierre de marzo, el 64,5% estaba en manos de estos grandes inversores. Otro 19% lo poseen accionistas que tienen entre 10.000 y 500.000 acciones. Y el 16,6% restante cuenta como mucho con 500 o 1.000 acciones.
Durante la semana pasada, el BBVA centró la campaña para seducir a los pequeños inversores. El personal de la red de oficinas ha estado llamando a cada titular de acciones para informarles del motivo de la junta del día 5 y la posibilidad de delegar el voto. Según fuentes financieras, se trata de un proceso habitual que se suele repetir antes de cada junta ordinaria o extraordinaria. Aunque el banco que preside Carlos Torres ha ido más allá en esta ocasión.
Así, esta misma semana ha enviado una carta a los accionistas acompañada de un vídeo donde explica los motivos que han llevado al banco a querer comprar el Sabadell y anima a los inversores a apoyar la ampliación de capital. “La operación tiene como objetivo unir ambas entidades, para construir un banco más fuerte y rentable, y un referente en el mercado por volumen de activos, créditos y depósitos”, explica el banco en la misiva.
La entidad recuerda que han propuesto a los accionistas del Sabadell el canje de una nueva acción de BBVA por cada 4,83 acciones del banco catalán. Y que la ampliación de capital se realizará con la emisión de nuevas acciones ordinarias de BBVA sin que exista derecho de suscripción preferente ni desembolso alguno por su parte. “Esta operación generará valor para todos ustedes, los accionistas de BBVA, gracias a la creación de un banco más fuerte y competitivo… Como accionista, su implicación en la toma de decisiones del banco es fundamental, por lo que me gustaría animarle a participar en esta Junta”, dice también la carta que firma el propio presidente, Carlos Torres.
Torres, quien también envía un vídeo a los accionistas explicando lo mismo que en la carta, ha estado de gira en los últimos días y se ha visto con grandes inversores. En general, la alta cúpula del BBVA ha estado de road show en Londres y Nueva York para defender las bondades de la operación. El consejero delegado, Onur Genc, incluso acudió la semana pasada a la conferencia europea que Goldman Sachs organiza cada año y que este 2024 se ha celebrado en Madrid. Se trata de la primera vez que el CEO del BBVA acude a esta cita.
Precisamente, Goldman Sachs ha sido uno de los asesores financieros del Sabadell (junto a Morgan Stanley) y ambos le recomendaron rechazar la oferta de fusión del BBVA. El banco americano no está muy a favor de esta operación, como tampoco lo estuvo en 2020, cuando también asesoró al banco que preside Josep Oliu en la fusión que se estudió entonces, que no salió adelante.
Tras este encuentro, al que acudieron fondos y bancos de inversión de todo el mundo, el CEO del BBVA mantuvo reuniones con distintos inversores. Unas reuniones a las que Genç acudió junto con Luisa Gómez Bravo, la directora financiera del BBVA. Los encuentros, además, siguieron el día después, aunque en esa ocasión fue el equipo de Relaciones con Inversores (IR) los que se encargaron de ellas.
El BBVA, además, tiene previsto intensificar los contactos con los grandes fondos de inversión antes de la junta del día 5, según adelanta Vozpopuli. El banco aprovechará todos los recursos posibles para conseguir que la opa salga adelante.