Cepsa es una de las compañías españolas que se ha suscrito a la clamada transición energética con más convicción. La petrolera española, a través de su ambiciosa estrategia ‘Positive Motion’, pretende convertirse en una empresa ‘limpia’, basada en la energía ‘verde’, para 2030. El objetivo: ser líderes en energía y movilidad sostenible, tal y como ha expresado Cepsa a ON ECONOMIA. La firma con sede en Madrid entiende que el futuro pasa por las energías renovables. Además de ello, remarca que, con la situación actual, la transición energética es elemental no solo para España, sino para Europa. La guerra de Ucrania ha arrojado luz a las dificultades energéticas del Viejo Continente, el cual sigue siendo prácticamente dependiente en su totalidad de los combustibles fósiles.
Es por ello por lo que Cepsa lanzó dicha estrategia en marzo del pasado ejercicio, y, desde entonces, la empresa ha avanzado y ha conseguido “hitos”, como ellos mismos expresan, en materia de sostenibilidad. La petrolera apunta a que su “apuesta” son las moléculas verdes, las cuales tienen cabida tanto en el hidrógeno verde como en los biocombustibles. Además de ello, desde Cepsa explican que la estrategia ‘Positive Motion’ es aplicable a todas las áreas del negocio de la petrolera. En definitiva, la mentalidad de la firma liderada por Marteen Wetselaar es ‘verde’.
Los combustibles fósiles siguen alimentando a Cepsa
Pese a ello, al igual que el momento actual ha valido para apreciar la necesidad de apostar por las energías verdes, también ha servido para comprobar la escasa apuesta por las tecnologías renovables, algo que se traduce en que los combustibles fósiles, hoy por hoy, siguen siendo esenciales tanto para la economía como para la generación energética. Y esto ha beneficiado a la compañía. De entrada, el conflicto armado ha catalizado las subidas de los precios de las materias primas, entre las que figuran el crudo y el gas. Este hecho ha nutrido las cuentas anuales de Cepsa, en las que se puede ver que la exploración y producción y el margen de refino son dos de las áreas que más aportan en las cuentas de la petrolera, dónde se aprecian unos beneficios netos de 1.100 millones de euros en 2022.
Cepsa justifica los resultados extraordinarios a los precios más competitivos del gas y del crudo. Por poner un par de ejemplos, el precio del Brent creció de media en 2022 hasta los 101,2 dólares por barril, un 43% más que en 2021. En la misma línea, el precio del gas en el TTF, mercado de referencia, ascendió hasta los 120 euros por megavatio hora de media. En el informe de los resultados de la compañía se aprecia un alza del 12% en la producción diaria de petróleo. Esta área casi duplicó el ebitda ajustado de Cepsa, hasta los 1.868 millones de euros.
En línea con la gran aportación del negocio de los combustibles fósiles a las ganancias de Cepsa, el margen de refino creció un 160% en 2022, hasta los 9,6 dólares por barril. La petrolera explica este incremento por los mayores precios del crudo, además de por la recuperación de la demanda.
Cepsa tiene siete años para dar el salto a la energía ‘verde’
Sea como fuere, y contando con la voluntad de la empresa del dar el salto a la energía verde, el presente sigue ubicando al petróleo y al gas como la fuente principal de ingresos en el negocio de Cepsa. Pese a que desde la compañía expresan que poco a poco van haciendo desinversiones en las áreas de combustibles fósiles para reinvertirlo en energías ‘limpias’, la realidad es que cuesta mucho ver un futuro a corto plazo sin el petróleo en Cepsa.
De ahí que surja la duda de si serán una empresa totalmente ‘verde’ para 2030. Bien es cierto que el panorama energético se ha erigido hacia las tecnologías renovables. Aún ello, y atendiendo a la necesidad de los Gobiernos internacionales de almacenar gas a sabiendas de que este puede satisfacer los grandes volúmenes de demanda energética, parece que la transición energética va a llevar su tiempo y no se va a desarrollar tan precozmente como muchos políticos apuntan.
Cepsa gana un 64% más en 2022
El negocio del petróleo y del gas siguen siendo elementales para Cepsa, y así se ha reflejado en sus cuentas anuales. La aportación a los beneficios que han hecho las divisiones del crudo y del hidrocarburo han llevado a la petrolera a elevar sus ganancias en un 64% con respecto a 2021. Es por ello por lo que, por el momento, la tecnología ‘verde’ no es el actor principal en los ingresos de Cepsa. Desde la empresa liderada por Wetselaar apuntan a que la reconversión a una empresa sostenible es una transición, y para poder afrontar nuevas inversiones en materia de renovables, es necesario mantener el negocio de los combustibles fósiles.
No cabe duda de que en un futuro no muy lejano veremos a Cepsa y a muchas otras compañías asentadas en el negocio de las renovables. Al fin y al cabo, la hoja de ruta que te obliga seguir la coyuntura del mercado energético es esa. Aun así, está por ver si Cepsa, cuyo negocio sigue estando muy involucrado con los combustibles fósiles, llega a tiempo a 2030, plazo fijado por la propia compañía.