La marca de joyería Majorica, de Manacor, prevé acelerar el crecimiento estatal e internacional, en los próximos dos años, con una inversión de cinco millones de euros para modernizar los procesos productivos e intensificar la imagen de marca y los puntos de venta, tanto en España como en el exterior. De los recursos totales, unos dos millones de euros se destinarán a la fábrica que la compañía tiene en la población mallorquina para doblar su capacidad de producción, actualmente situada en 4 millones de perlas orgánicas hechas a mano y unas 700.000 piezas de joyería -diseñadas con perlas, plata, acero, y una pequeña colección en oro.
El proyecto de mejora irá acompaña de un ingente esfuerzo en el cambio de imagen de la marca que se inició ahora hace dos años, cuando la compañía triunfó de un proceso de concurso de acreedores, gracias a la compra que realizó Majolaperla, un grupo inversor propiedad del empresario Gregorie Bontoux, dueño de Carrefour. La estrategia que se ha impuesto es alcanzar los 50 millones de euros de facturación en 2025, partiendo de la base que este año prevé crecer un 46% y superar los 22 millones, volviendo así a las cifras de negocio previas a 2020. El 2022, el negocio generó 15 millones de euros.
El director general de la compañía, Didier Grupposo -que proviene de la etapa anterior, cuando era propiedad del también empresario francés Yann Sandt- explica a ON ECONOMIA que buscando transformar la marca. Conseguir que el consumidor "la deje de considerar un modelo clásico", que pueda interesar a un abanico más amplio de clientela, incorporando a generaciones a más jóvenes, a partir de los 30 años,"ganaremos una generación porque nuestro público es más bien mayor de 40 años", explica. Ahora mismo están rehaciendo el catálogo de 700 referencias -un 70% trabajadas con perlas y plata- para introducir productos con diseños de "tendencia" dentro de lo que se denomina "lujo asequible", sin dejar de tener los tradicionales colgantes de perla o los collares que "siempre estarán con nosotros porque forman parte de nuestra historia y porque las clientes las consideran parte de sus piezas básicas". En esta "revisión" también hay espacio para las joyas masculinas, "vemos que cada vez más los hombres entran a nuestras tiendas para comprar artículos para ellos mismos, no para regalar a una señora", relata Grupposo.
El tercer eje de crecimiento, y no por eso menos importante, recae en la expansión de la red de puntos de venta, cifrada a estas alturas en 1.500 ubicaciones, sean propias -tiendas o córners en El Corte Inglès- o multimarca, así como las localizaciones con acuerdos con las compañías internacionales de cruceros donde "la marca tiene una fuerte presencia". En este sentido, el director general concreta que en este giro de 180 grados es importante constatar que la marca no es un producto destinado al turismo y que, por lo tanto, se están focalizando mucho más al consumidor local de cada uno de los mercados donde están presentes. La última experiencia ha sido la apertura hace pocos días de una tienda propia en Miami (Estados Unidos) que será la puerta de entrada en el mercado americano, donde proyectarán una estrategia de expansión para los próximos años. También están trabajando el mercado alemán -iniciando el comercio online- y mexicano.
En la esfera internacional, Asia está en la hoja de ruta y han abierto negociaciones con un probable socio local a Corea del Sur y a China porque allí hay mucha cultura de la perla y mucha demanda porque la población otorga propiedades espirituales.
En plena escalada de precios del aluminio y el acero, Didier Grupposo asegura que han intentado reducir márgenes para no trasladar todos los incrementos de precios en algunas materias primas, pero que en algunas colecciones "no ha habido más remedio que aplicar una subida media de entre el 7% y 8%".
Grupposo gestiona un equipo global de 300 personas, la mitad de las cuales está distribuida entre la fábrica de Manacor, las cinco tiendas propias que tiene en Mallorca y los córneres de producto instalados en la cadena de El Corte Inglés. Fundada en 1890 en Manacor, de la mano del alemán Edward Heusch y tras atravesar diferentes etapas empresariales e ir cambiando de dueños, Majorica tiene sobre la mesa un estudio para buscar nuevas ubicaciones en capitales españolas, empezando por Madrid y Barcelona, "para el cual todo el esfuerzo que estamos haciendo llegue al consumidor local". Se refiere a este esfuerzo como el propósito que tiene el nuevo propietario invertir en la compañía: "llevamos dos años de nuevos proyectos y perspectivas a futuro, después de una etapa de 10 años en la que solo gestionábamos la escasez".