Manuel Menéndez deja Unicaja, el sexto banco más grande del IBEX, donde es consejero delegado desde julio de 2021. La entidad andaluza se despide del banquero asturiano, que no ha llegado a cumplir ni los dos años en el cargo, tratando así de poner fin a la mayor crisis de gobernanza de su historia. En los últimos meses, el baile de sillones, ceses y dimisiones han sido una constante, lo que ha generado mucho ruido mediático e incertidumbre entre los empleados.
La tensión entre el bando andaluz y el asturiano ha hecho que en total nueve de los quince miembros del consejo de administración hayan salido en poco más de un año. El último fue Jorge Delclaux, que renunció el pasado mes de abril al considerar que el consejo no estaba adoptando las medidas necesarias para garantizar "el buen gobierno corporativo de la sociedad".
La fusión de Unicaja y Liberbank no empezó con buen pie. Se intentó por primera vez en 2019 y no salió adelante por las discrepancias en el reparto de poder. Se reintentó de nuevo en 2020, llegando esta vez a ejecutarse, pese a arrastrar los mismos problemas. Las discrepancias entre el primer espada, Manuel Azuaga -que ya era presiente de Unicaja antes de la fusión- y el segundo, Manuel Menéndez, que asumió el cargo de consejero delegado cuando el andaluz absorbió Liberbank, han estado detrás de este embrollo, aunque la entidad siempre ha echado balones fuera cuando se le ha preguntado.
En el acuerdo de fusión, Unicaja se comprometió con el Banco Central Europeo a modificar su modelo de gobernanza antes de dos años, es decir, como tarde el 30 de julio de este 2023. En ese momento, la opción que se planteaba era que Manuel Azuaga cediera todas las funciones ejecutivas al consejero delegado, Manuel Menéndez, llegada la fecha. De esta manera, Azuaga podría seguir siendo presidente, pero no ejecutivo, como ocurre con el presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu. Pero los acontecimientos de los últimos meses ya apuntaban a que esta opción había dejado de estar encima de la mesa hacía tiempo.
Menéndez se alió con Braulio Medel -que hasta el año pasado era presidente de la Fundación Unicaja, el primer accionista del banco- quien poco a poco fue apoyándole en todas sus decisiones para que tuviera más poder dentro de Unicaja, lo que hizo que parte del consejo se pusiera de su lado y Azuaga perdiera adeptos. Pero el Gobierno español, el Banco de España y el Banco Central Europeo, además de la Junta de Andalucía y la propia Málaga, se mostraron muy preocupados por la deriva que había tomado la gobernanza del banco y Medel se vio obligado a dimitir al ser cuestionado sobre su idoneidad para ejercer su cargo.
Su sustituto, José Manuel Domínguez, inició la búsqueda de nuevos consejeros para Unicaja el verano pasado con el objetivo de iniciar una nueva etapa y borrar cualquier relación con la antigua, la de Medel, de manera que la salida del CEO sonaba desde entonces. La inestabilidad de los mercados, tras la quiebra de algunos bancos en Estados Unidos y la intervención del suizo Credit Suisse, habría acelerado su sustitución, según adelanta El Confidencial.
Este medio pone de relieve que en los últimos días han tenido lugar varios consejos de urgencia, donde incluso ha participado el BCE, para pactar una "salida ordenada" de Manuel Menéndez. Finalmente, en la tarde de este jueves, el banco confirmaba la noticia. "El Consejo de Administración de Unicaja Banco ha acordado por unanimidad el cese en el cargo de consejero delegado de Manuel Menéndez". Su salida será efectiva, explican, cuando nombren a su sustituto.