Mapfre está estancada en bolsa. El valor de la aseguradora que preside Antonio Huertas sigue muy alejado del de sus rivales en Europa, de hecho, llega a ser hasta 15 veces menor que, por ejemplo, el de Allianz. Su capitalización también es 1.200 millones más baja que la de 2019, antes de la pandemia, y sus acciones no son capaces de superar la barrera psicológica de los 2 euros, un precio que le permitiría volver a cotizar en los niveles previos al covid. Un ambicioso plan estratégico, que tiene marcado un objetivo de rentabilidad del 10% (algo que los expertos ven difícil de alcanzar) y las pérdidas en el ramo de autos, el más penalizado por la inflación, estarían detrás de estas cifras.

La compañía sufrió, como todos los valores, un fuerte batacazo en 2020 y se dejó más del 30% de su valor en bolsa. Pero a diferencia del resto de empresas del sector financiero, principalmente bancos, no ha conseguido volver a cotizar al precio al que lo hacía en 2019. Ese año sus acciones cerraban en 2,3 euros y su capitalización superaba los 7.200 millones de euros. Pero hoy por hoy los títulos de la aseguradora se sitúan en 1,9 euros, incapaces de avanzar, y su valor bursátil es de 6.000 millones.

Los bancos, además, están llevando a cabo muchos programas de recompra de acciones “y eso es un atractivo para muchos inversores, porque aumenta la rentabilidad por dividendo”, recuerda Nuria Álvarez, analista de Renta 4, que a su vez, agrega, aunque existen elementos de “incertidumbre” que le impiden avanzar y “le está costando superar la barrera psicológica de los 2 euros”, Mapfre tiene un potencial de hasta el 10% respecto a los precios que cotiza ahora mismo. El consenso de mercado sitúa el precio de sus acciones en 2,2 euros.

La compañía “tiene algo bueno” y es que “no da muchos sustos en los resultados”, pero tiene un objetivo de ROE para 2024 (cuando finaliza el actual plan estratégico) de entre el 9 y el 10%, difícil de alcanzar en plazo. Así, la de Renta 4 cree que la aseguradora del IBEX puede alcanzar el 11% de rentabilidad en 2025, pero no antes. “Mapfre no suele cumplir con el objetivo de rentabilidad de sus planes estratégicos, siempre hay algo que lo impide. También ha tenido que realizar reestructuraciones, ha replegado alas en Estados Unidos, se ha ido de Italia… hay negocios donde llevan años y no terminan de ser rentables, así que lleva años estancada en bolsa”, insiste. En la primera parte de 2023, de hecho, su comportamiento en bolsa “fue bastante malo” pero cambió el tono en verano y ahora sus acciones ya suben un 8% en el año.

Por eso, Álvarez cree que el mercado “empieza a reconocer” la subida de primas que ha llevado a cabo en el ramo de auto en España para combatir la inflación, y además, entiende que Mapfre tiene margen para volver a subir tarifas en 2024. Pese a ello, son “conservadores” y los de Renta 4 no esperan que estas subidas de precios se vean reflejadas de la misma manera en las primas.

Jaime Pallarés, analista de GVC Gaesco, explica también que el ajuste de precios que Mapfre ha realizado en España es un proceso “que puede llevar varios trimestres más”, mientras que en el resto de Europa la subida de precios “es más ágil”. Así, el potencial en bolsa de Aegon y AXA es del 15% mientras que el de Mapfre no llega al 10%. El tamaño de sus rivales europeas en bolsa, además, está muy relacionado con su facturación. Si bien es cierto que Allianz supera los 92.000 millones de capitalización, 15 veces más que Mapfre, también lo es que la aseguradora alemana ingresó 90.000 millones en primas en 2022 frente a los 24.500 millones de la española.

El ranking de los mayores grupos aseguradores europeos, elaborado por la propia Fundación Mapfre, sitúa a la francesa AXA como la aseguradora más grande de Europa (con casi 100.000 millones primas) seguido de Allianz (90.000 millones) y la italiana Generali (81.000). Mapfre es la novena del ranking por ingresos, y también está por detrás en capitalización. Pues AXA ya vale 66.000 millones; Munich otros 51.000 millones; Generali unos 30.000 millones y Aegon está valorada en 10.000 millones.

“El valor se ha quedado muy rezagado de los niveles previos a la pandemia”, agrega Joaquín Robles, analistas de XTB. "En sus cuentas vemos que a medida que su cifra de negocio ha aumentado, sus beneficios no lo han hecho tanto (hasta junio ganó un 6% menos que el año pasado). Logra trasladar a las pólizas el efecto de la inflación, pero no consigue tener más beneficios. Su crecimiento es cada vez más limitado y puede perder cuota de mercado frente a otras aseguradoras en Europa con precios más bajos". Además, “está expuesto a desastres naturales” como le pasó el año pasado con Puerto Rico o Brasil y este año con Turquía, “que suelen lastrar su resultado”, explica.

De su lado, las subidas de tipos de interés, “que van a tener un impacto positivo en los ingresos financieros y esto debería compensar parte de la pérdida de la rentabilidad en el resto de los ramos que aún siguen penalizados por la subida de costes”, concluye Jaime Pallarés, de GVC Gaesco.