La marca catalana de hilos, lanas y telas para manualidades Katia acentúa la estrategia de posicionamiento y expansión en Europa y América a través del canal online para superar, con la diversificación de mercados, la complejidad económica de los últimos cinco años. Solo en el 2021, la industria textil ha protagonizado el descenso más importante en productividad y ventas, con una bajada del 30% y el 25% en los mercados europeo y norteamericano, respectivamente, señala al director general de la empresa, Thomas Marin. "Hemos puesto todo nuestro objetivo en oferta d'e-commerce y, sobre todo, poniendo especial foco en el mercado exterior, sin olvidar que nuestro negocio tiene un peso importante en España y las 970 tiendas donde se pueden encontrar los productos Katia", explica.

Considerando la evolución de los últimos tres ejercicios, Katia ha conseguido un crecimiento del 130% en comercio electrónico, del 25% en España y del 40% fuera de la UE, con un extenso catálogo de hilos, lanas, telas, patrones y diversos materiales de confección, como reconoce el directivo. Eso ha propiciado un aumento de más del 20% en ventas globales en este tiempo, hasta los 30 millones de euros en el 2021. El balance de 2022 será "ligeramente más positivo", admite Marin, aunque no dispone de los datos definitivos de cierre del último año. La previsión es que el negocio crezca hasta los 50 millones de euros, en el 2030.

Su relación con las tiendas se intensificó a raíz de la pandemia: "ayudamos en las tiendas a sobrevivir delante a la caída de las ventas", sin olvidar que la demanda por Internet creció bastante, comenta el directivo, aunque no da datos de este incremento. Thomas Marin argumenta que Katia no tiene que competir por precio "porque el consumidor sabe que los productos low cost, sobre todo en el segmento de las lanas y telas para manualidades, no tiene la calidad necesaria y están fabricadas básicamente con materiales sintéticos; por lo tanto, nuestro cliente valora que tenemos, por ejemplo, lanas naturales y de fantasía".

El objetivo es ahora consolidar también en España la venta online y reforzarla en Francia, Holanda y Bélgica, a la vez que intensificaremos los Estados Unidos, Alemania y Escandinavia -por este orden- como zonas prioritarias. "Conocemos muy bien como funciona cada mercado y estamos en 50 países, nos comunicamos en seis idiomas y sabemos adaptar nuestra oferta y discurso en cada territorio", comenta Thomas Marin. La compañía de Castellbell i el Vilar (Barcelona) no se limitará a crecer con la venta por Internet, "porque sabemos que estar presentes en las tiendas físicas y que los clientes puedan ver el producto es primordial para la marca". Ahora comercialitza a través de unas 3.600 tiendas repartidas por toda Europa.

Por lo tanto, cuando haya una masa crítica suficiente en cada mercado, se intentará extender una red de tiendas locales que tenga el producto a sus estanterías.- Eso hace que "podamos crear comunidades de seguidoras que van a la tienda a comprar los materiales para sus labores o manualidades y que, al mismo tiempo, participen en talleres de costura o manualidades que organiza la misma tienda". Además, Katia pone a libre disposición de su comunidad de usuarios una zona de formación llamada Katia Academy, que incluye videotutoriales de todo tipo, y patrones e instrucciones para aprender diferentes técnicas textiles como punto, ganchillo y macramé. "Los hábitos de consumo y los planes de ocio están cambiando y, cada vez más, están ligados al entorno digital. Aquí creo que podemos ofrecer una buena alternativa, porque las manualidades textiles constituyen un hobby original que populariza la comunidad crafter y contribuye al bienestar físico y mental de las personas, sin importar el género o la edad", destaca a Thomas Marin. El eslogan de la firma: 100% You.

Thomas Marín, director general de Katia
Thomas Marin, director general de Katia.

La compañía Fil Katia produce una parte de los hilos y lanas a la pequeña factoría que tiene en Castellbell i el Vilar (Barcelona) y fabricación subcontratada a proveedores, de manera que el producto proviene también de España, Turquía, Asia y, especialmente, de Italia. La otra línea de producto en qué se inició la firma en el 2018, con el lanzamiento de Katia Fabrics, las telas estampadas para moda y accesorios, se compran a diferentes proveedores. En esta área, la marca se ha adentrado en el segmento de la sostenibilidad con la compra y distribución de telas producidas con materiales reciclables.

La estructura de Katia da empleo a un centenar de personas. La marca está presente en el mundo de las labores textiles desde 1951, especializándose en lanas y al diseño de piezas para tejer a mano. En aquella fecha Ramón Castelló constituyó Hilaturas Génesis produciendo alambradas para el género de punto y venta al por mayor de madejas de lana, en la calle Casp, en Barcelona. Como marca estable, durante la época de los años 80 del siglo pasado, Katia publica las primeras revistas de patrones de punto y ganchillo, con diseños para sus clientes. Ya en el siglo XXI, con el traslado a Castellbell i el Vilar, la irrupción de la moda del handmade y Don it Yourself (DIY) y con la segunda generación al frente del negocio -Sònia Castelló es la consejera delegada- fue la oportunidad para reconducir y ampliar el negocio. Actualmente más de 27.000 compradores vía e-commerce confían en la calidad de sus productos DIY.