Las marcas de moda tendrán que ampliar su abanico de tallas para cada uno de los modelos que ofrecen en sus tiendas. Obligatoriamente, lo tendrán que hacer a partir del 2026 aquellas que tengan más de tres tiendas repartidas por el territorio catalán. Así lo establecerá en los próximos meses el nuevo Código de Consumo que ultima el Govern catalán. La necesidad poner a disposición del consumidor un número mayor de tallas es solo una de las 60 medidas que habrá en este plan de acción gubernamental para combatir la presión estética, a las cuales se destinará un presupuesto de 12,5 millones de euros, y que no solo se quedará limitado al mundo de la moda, sino que también incluye acciones en las áreas de audiovisual, deporte, mundo laboral, educación o salud.

En el caso de las cadenas de moda textil, no solo será obligatorio tener un patronazgo mayor para cada modelo que se ponga en venta, sino que además las etiquetas de las prendas de vestir tendrán que informar de qué equivalencia tiene cada talla con las medidas corporales. Para conseguir estos dos objetivos, entre otros, el ejecutivo catalán impulsará un acuerdo con las principales marcas de moda para fomentar la neutralidad corporal, es decir, la aceptación del mismo cuerpo tal como es sin valoraciones estéticas positivas ni negativas, así como asegurar la disponibilidad, en todos los establecimientos físicos, de tallas adecuadas para todos los cuerpos. Entre las primeras actuaciones, se aprovechará la plataforma de la 080 Barcelona Fashion y la Barcelona Bridal Week de moda nupcial, a finales del próximo abril, para llevar a cabo una acción de sensibilización sobre la neutralidad corporal y sobre la diversidad funcional, incluidos modelos fuera del canon habitual de los desfiles.

El nuevo plan contra la presión estética se ha impulsado desde la consellera d'Igualtat i Feminismes y el Institut Català de les Dones para dar una "respuesta coordinada y transversal a esta forma de violencia simbólica contra las mujeres", según ha señalado la consellera Tània Verge. "Queremos que las mujeres dejen de estar en guerra con el cuerpo. La autoestima no puede depender de la mirada del patriarcado. No hay precedentes internacionales de un abordaje contra presión estética, que impacta contra nuestra autoestima y nuestra salud, como este plan", ha subrayado en la presentación a la consellera d'Igualtat i Feminismes, Tània Verge. Según varios estudios facilitados por la consellera d'Igualtat i Feminismes, esta problemática puede tener efectos en la salud mental y física de una parte importante de la sociedad catalana. En este sentido, han indicado que el 60% de las jóvenes de entre 18 a 24 años y entre el 40% y el 50% de las mujeres de hasta 65 años, se sienten insatisfechas con su cuerpo, de acuerdo con la primera ola de la encuesta Ómnibus de la Generalitat (2022).

La consellera Verge ha expuesto que aunque la iniciativa "no es sancionar", si permitirá establecer "obligaciones concretas a las empresas y que eventualmente podrían traducirse en sanciones". Así, ha dicho que el Gobierno tendrá la capacidad de sancionar los incumplimientos y ha puesto como ejemplo el caso de las azafatas de Vueling, que desde su punto de vista es una muestra que la discriminación física también se puede penalizar, según ha informado ACN. Hay que recordar que, recientemente, la Inspección de Trabajo de la Generalitat de Catalunya ha planteado multar Vueling con 30.000 euros para varios requisitos estéticos a las azafatas de vuelo, entre los cuales, lucir un maquillaje determinado o tacones.

Vinculado a esta área, por ejemplo, la presidenta del Instituto Català de les Dones, Meritxell Benedí, ha avanzado que el plan permitirá implantar actuaciones para combatir la feminización de determinadas profesiones y la imposición de determinadas indumentarias sexualizadas. En este sentido, el Gobierno plantea hacer recomendaciones dirigidas al tejido empresarial y al Consejo de Relaciones Laborales sobre la regulación de uniformes que eviten la presión estética y respeten la diversidad de cuerpos. Asimismo, se desarrollará una prueba piloto para promover los procesos de selección de personal con currículums ciegos, para evitar la discriminación por apariencia física, y la interacción de esta con otros ejes de discriminación como el género, el edadismo, el racismo o el capacitismo.

Muy ligado al tema de la moda, la administración quiere incidir también en aspectos de salud como la bulimia y la anorexia. "Lo que impulsamos es un plan pionero internacionalmente que quiere atacar las causas, pero también las consecuencias de la presión estética", ha apuntado a la titular de Igualtat i Feminismes. "La búsqueda de un cuerpo ideal mediante dietas hechas sin consejo ni supervisión de profesionales o de intervenciones quirúrgicas que pueden poner en riesgo la propia vida", ha concretado el Gobierno catalán, porque "la presión estética contribuye de una manera decisiva a la insatisfacción corporal, que puede actuar como detonante de estos trastornos." Es por eso que se trabajará para mejorar la accesibilidad y la atención a los trastornos de la conducta alimentaria, que integra actuaciones en la atención primaria de salud y atención a los servicios de salud mental, además de la actualización de la guía para familias de personas afectadas por un trastorno de la conducta alimentaria.

Diversidad a la publicidad y los audiovisuales

La presidenta del Instituto Català de les Dones, Meritxell Benedí, ha concretado que en el ámbito de la publicidad el plan tiene que promover, mediante recomendaciones, que los medios de comunicación, los anunciantes y otros agentes implicados en la actividad publicitaria adopten criterios para una publicidad igualitaria e identificar el uso de imágenes o partes del cuerpo que hayan sido manipuladas o retocadas. En este sentido, la consellera Verge ha enfatizado que igual que Francia ha promovido la obligación de informar cuando se utilizan imágenes retocadas, el gobierno central y la Unión Europea tendrían que hacer lo mismo con el objetivo de eliminar las representaciones estereotipadas. Por otra parte, el plan prevé la incorporación de la diversidad corporal en la programación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y otros operadores públicos y privados.