Pocos días después del cese de consejeros críticos, nuevas curvas en el camino de Holaluz. El fondo MDR, de la familia Moratiel Llarena y afín a los fundadores de la empresa, ha dejado de ser accionista significativo de la energética catalana al pasar a tener menos del 5% de la compañía. La empresa, no obstante, no aclara en el comunicado publicado en el BME Growth el alcance de la venta de activos y qué porcentaje de acciones pasa a tener la compañía.
No obstante, se trata de una salida accionarial de importancia simbólica, puesto que la familia Moratiel Llarena es una de las más ricas de España, en el puesto 148 de la lista de El Mundo, y fue una de las responsables de la ampliación de capital aprobada en 2021.
La salida llega tan solo una semana después de que el consejo de administración ordenara el cese de Axon Capital, representada por Alfonso Juan de León, y Geroa Pentsionak, por Jordán Sáenz, por haberse negado a firmar las cuentas de 2023 y el informe de gestión.
El Fondo Axon sigue siendo, a día de hoy, el principal accionista de Holaluz con un 16,80% de las acciones, por delante de Ferran Nogué, que tiene un 14,66% y de la fundadora y CEO Carlota Pi, que tiene un 14,66%. Geroa Pentsionak, por su parte, es la sexta mayor accionista con un 6,68% del capital.
La empresa entró en una importante crisis tras anunciar la pérdida de 26,1 millones en 2023, con una caída del 33% en la facturación, pero en mayo aseguró que el ebitda se había normalizado y que el crecimiento de ventas de baterías en plantas fotovoltaicas propiciará que la empresa entre en su rentabilidad a finales de año.
El boom del autoconsumo en 2022 por los elevados precios de la luz contrasta con la caída de precios de 2023 que hizo que para los clientes fuera menos atractiva la inversión en placas solares. Durante la crisis de precios, además, distribuidoras como Holaluz tuvieron que comprar la luz que después vendían a precios muy elevados. Los clientes también presentaron quejas por problemas con las tarifas.