El presidente del comité intercentros de Seat, Matías Carnero, ha lanzado una advertencia a las administraciones españolas: "No puede ser que España esté en un 5% de electrificación" del parque automovilístico español. Carnero atribuye esta situación a la falta de una red de infraestructuras, la necesidad de un plan de ayudas directas y de bonificaciones a la compra del coche eléctrico, según ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press.
En este sentido, Carnero ha asegurado que el "Gobierno tiene mucho que decir" anta la también falta de comprensión de los ciudadanos respecto al proceso de electrificación del parque automovilístico. Ha asegurado que, textualmente, hace falta mucha información y mucha comunicación a la sociedad. "El ciudadano de a pie no está viendo claro lo que es la electrificación" de los automóviles, ha reiterado.
Por ello, ha planteado que, si la situación se prolonga, la Unión Europea deberá "flexibilizar" los objetivos de descarbonización del tráfico que tiene fijados para 2030. "Las fábricas nos hemos puesto a un nivel de producción y de inversión adaptándonos a la nueva realidad, pero nos falta la realidad real, que es las inversiones, las infraestructuras, los puntos de carga y las ayudas directas de las administraciones para el coche eléctrico", ha dicho. Carnero ha añadido que el precio de los vehículos eléctricos como una de las barreras para que aumente su presencia en el mercado.
La presión de los aranceles
En la misma entrevista, Carnero se ha mostrado preocupado por el "impacto importante" que pueden tener los nuevos aranceles anunciados por la Unión Europea a los vehículos chinos, y que puede afectar al Cupra Tavascan, fabricado en el país asiático.
El presidente del comité intercentros de Seat y, a su vez, presidente del sindicato UGT de Catalunya, ha explicado que están trabajando con el Gobierno y la Unión Europea para reducir los aranceles sobre este modelo, del que ha puesto en valor su tecnología, capital y conocimiento europeos, y que incluso los proveedores son europeos.
En cualquier caso, ha lamentado que si los nuevos aranceles provocan una reducción de las ventas, tendría como consecuencia directa una obligatoria disminución de la producción de coches de combustión en la planta de Martorell (Barcelona), por la menor capacidad de compensación de emisiones.
El representante de los trabajadores ha recordado que la decisión de construir el Tavascan en China fue, además de una "cuestión de costes", para entrar en el mercado chino con la marca Cupra.
Volkswagen no fabricará en EE.UU.
Asimismo, Carnero ha negado la posibilidad de que Seat o el Grupo Volkswagen puedan trasladar la producción a Estados Unidos para evitar los aranceles, tal y como ha planteado el presidente estadounidense, Donald Trump. "Una empresa no se puede trasladar o no se puede montar en 24 horas, ni en un mes, son años", ha dicho, y ha afeado, textualmente, el populismo y barbaridad de Trump.
El líder sindical ha lamentado que esta política provoca un replanteamiento de las previsiones de entrada en el mercado estadounidense para Cupra, que en un primer momento era de hacerlo a finales de esta década.
"Puede retrasar la llegada, puede retrasar la decisión, pueden decidir no hacerlo y se alargue más en el tiempo, pero todo apunta de que las políticas de Trump en Estados Unidos no nos dan ninguna esperanza de que vaya a mejor, sino que vaya a peor", ha añadido.