Los laboratorios farmacéuticos Menarini ha elegido la fábrica de Badalona (Barcelona) para coordinar las actividades de farmacovigilancia a nivel internacional, de manera exclusiva. Un equipo de profesionales de la planta de producción de Badalona -donde tiene un centro de I+D- supervisa la seguridad de todos los medicamentos en desarrollo del grupo italiano para cumplir con los más altos estándares de seguridad y ética, en la unidad Study Drug Safety Unit.
Así, en Badalona, Menarini combina actividades de investigación clínica, con la fabricación y comercialización de medicamentos y productos farmacéuticos. "Nuestra planta está especializada en la producción de sólidos orales y sobres monodosis y juega un papel crucial en la exportación, pues destina el 50% de la producción a exportaciones a mercados internacionales, especialmente a Europa e Hispanoamérica", subraya el director general de Menarini España, Ignacio González. También exporta a mercados exteriores donde el grupo no tiene presencia directa. Además, la participación en investigación clínica y su capacidad para coordinar actividades de farmacovigilancia a nivel global refuerzan su importancia dentro del grupo, remarca González, en declaraciones a ON ECONOMIA.
El centro de Badalona acumula una importante trayectoria en el campo del desarrollo y la innovación dentro de la multinacional italiana, una farmacéutica que, en 2023, registró un crecimiento del 5,3% en su facturación consolidada, alcanzando los 4.375 millones de euros. El 21% de esta cifra corresponde a las ventas en Italia, sede de la matriz, y el 79% restante proviene de ventas en el extranjero. En concreto, Menarini España contribuye con un 6% (262 millones), con la producción de 71,6 millones de unidades en 2023, un 18% más que en 2022. La sede en Badalona, con una superficie de 13.000 m², incluye la planta de producción y el centro de I+D.
Menarini España también ha experimentado un aumento de su plantilla en 2023. Emplea a 561 personas, cifra que se mantiene e incluso se ha incrementado desde antes de la pandemia por Covid-19. La compañía a nivel mundial cuenta con 17.800 personas en los 140 países en los que opera, un 91% de las cuales son graduadas o técnicas.
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Inversión en I+D
En los últimos tres años, Menarini España ha mantenido una inversión anual media en I+D superior a los seis millones de euros, sin tener en cuenta la inversión en investigación clínica que desde el grupo internacional se lleva a cabo en hospitales españoles. "Este esfuerzo continuado refleja nuestro compromiso con el desarrollo de medicamentos innovadores de alto valor terapéutico", manifiesta González. El centro de I+D de Badalona es uno de los 9 que posee la multinacional -cuatro en Italia, uno en Alemania, dos en Estados Unidos, uno en Singapur y el de Badalona-.
En la actualidad, con una clara perspectiva de crecimiento, Menarini está enfocada en "áreas terapéuticas prioritarias para nosotros, como las enfermedades cardiovasculares y respiratorias y la lucha contra las resistencias antimicrobianas", especifica el director.
En este sentido, desde la sede de Badalona, la farmacéutica colabora estrechamente con instituciones académicas y de investigación de primer nivel, "para mantenernos a la vanguardia del sector farmacéutico y ofrecer soluciones innovadoras a las necesidades de salud actuales". Prueba de ello es, según destaca la empresa, la alianza con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP) en dos estudios pioneros: uno enfocado en el tratamiento de infecciones graves por Legionella y otro en la lucha contra la resistencia a los antibióticos, un problema de salud pública cada vez más preocupante.
Otra iniciativa destacada es la asociación con el Institut Català d’Investigació Química (ICIQ) que tiene por objetivo investigar nuevas moléculas de la familia de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), con el fin de desarrollar tratamientos más efectivos para el dolor y los procesos inflamatorios. Estas colaboraciones público-privadas, basadas en una sólida evidencia científica, tienen un impacto directo en la calidad de vida de las personas.
El dexketoprofeno trometamol, de los 90 a hoy en día
En la cartera de desarrollos farmacéuticos, Badalona ya destacó en los 90 del siglo pasado como centro esencial para Menarini, ya que investigó y lanzó el dexketoprofeno trometamol, un medicamento que hoy se comercializa en más de 50 países de todo el mundo. Se trata de un analgésico, antiinflamatorio y antipirético perteneciente a la familia de los antiinflamatorios no esteroideos. Además, con el fin de ofrecer tratamientos cada vez más personalizados y eficaces, "exploramos nuevas combinaciones con el dexketoprofeno trometamol". "Esta búsqueda constante de la innovación nos permite ampliar las aplicaciones terapéuticas y adaptarnos a las necesidades individuales de cada paciente", remarca González.