España sufre una aparente contradicción entre quien tiene el dinero y a quien pertenecen las empresas que son el motor económico del Estado. Las grandes familias que hace décadas controlaban estos gigantes –los que no eran, directamente, de titularidad pública– se han ido retirando poco a poco de muchos de ellos, ya sea por la alta regulación, la baja rentabilidad comparando con otras inversiones o, directamente, por el fraccionamiento del capital fruto del paso de las generaciones y las riñas familiares. El IBEX-35 es una buena muestra de ello, aunque también hay notables excepciones.

La revista Forbes ha publicado esta semana la lista de las 100 mayores fortunas de España, entre las que cerca de una treintena son catalanas. Este centenar de millonarios, entre los que se repiten algunas familias, como los Ortega, Daurella, Entrecanales, March y Gallardo, solo controlan 10 empresas del IBEX, que agrupa las 35 cotizadas mayores del Estado. El resto están en manos extranjeras, con un gran protagonismo para los fondos de inversión, como el omnipresente Blackrock, o públicas.

La ausencia de las grandes fortunas familiares del IBEX se ve especialmente en los bancos y las energéticas, aunque afecta a todos los sectores. 18 de las 35 del selectivo no tienen ni rastro –conocido– de los 100 mayores millonarios españoles, mientras que tienen una presencia pequeña, lejos de representar el control, en siete más, según la información de la lista Forbes y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que publica las participaciones a partir del 3% en todas las cotizadas.

Los bancos CaixaBank, Sabadell y BBVA, así como las energéticas Endesa, Repsol, Enagás y Redeia, no tienen a sus accionistas en el ranking español de los más ricos. Tampoco Acerinox, Aena, Amadeus, Cellnex, Colonial, IAG, Indra, Logista, Telefónica, Solaria y Mapfre. Santander, Iberdrola, Naturgy, Unicaja, Sacyr, ArcelorMittal y Merlin tienen presencia de algunas familias, pero con posiciones discretas.

La mayoría de bancos tienen el accionariado muy atomizado, con una gran presencia de fondos de inversión, en especial Blackrock

¿De quién son, pues, estas compañías? Los bancos, con excepción de Caixabank, tienen el accionariado muy atomizado y con presencia de muchos fondos de inversión, en especial de Blackrock, primer accionista del Santander. La presidenta de este banco, Ana Botín, y su familia tienen acciones, aunque no llegan al 3% y no se sabe exactamente cuánto, pero el único en la lista Forbes es su hermano Javier, que aunque muy pequeña y desconocida, se le presume una participación en el banco.

Este esquema de accionariado atomizado y en manos de inversores institucionales se mantiene también en empresas de otros sectores, como Repsol y Telefónica. Después hay otros, como CaixabBank, Endesa y Cellnex, controladas por grandes accionistas. El banco, por Criteria, holding de la Fundación La Caixa, que preside Isidre Fainé, y el Estado a través del FROB; Endesa, por la italiana Enel, y Cellnex, por varios fondos pero con posiciones importantes, uno de ellos, de control (TCI), y la familia italiana Benetton.

El tercer grupo de grandes cotizadas son las de participación estatal. El Gobierno privatizó a finales de los 90 grandes gigantes como Telefónica –que ahora podría revertirse parcialmente si entra la SEPI para protegerla del asalto de STC- y Repsol, pero en otros se quedó: es el caso de Aena, Enagás, Redeia (antigua Red Eléctrica) e Indra, todas ellas en el IBEX-35.

La Caixa, a través de Criteria, controla CaixaBank y Naturgy, pero al ser una fundación, no es propiedad de ninguna gran fortuna

Algunas fortunas sí que tienen participaciones en algunas empresas del selectivo. En Naturgy tenía un 1% la familia Godia (83 de la lista Forbes), pero se desconoce si sigue. La que sí está desde hace cinco años es la familia March, que tiene los hermanos Juan y Carlos March Delgado en los sitios 39 y 40 del ranking. La energética que presidentes Francisco Reynés está controlada por Criteria y tres fondos de inversión con posiciones importantes: GIP, CVC e IFM. Uno de ellos, CVC, tiene a Corporación Financiera a Alba, el holding de los March, de socios, con un 5% de Naturgy.

Los tres grandes accionistas de Iberdrola son el fondo de Qatar (8,7%), Blackrock (5,4%) y el noruego Norges (3,1%). Pero, según Forbes, Juan Luis Arregi (48) y Víctor de Urrutia Vallejo (72) tienen participaciones minoritarias. El andaluz establecido en Catalunya Manuel Lao (31) tiene el 8% de Merlin y el 5% de Sacyr, mientras que Manuel Domínguez de la Maza (64%) mantiene una participación pequeña en Unicaja y José María Aristain (36) la tiene en ArcelorMittal.

Las IBEX controladas por las grandes fortunas españolas

Las grandes fortunas catalanas y españolas controlan diez empresas del IBEX, y entre ellas la más importante por capitalización: Inditex. Amancio Ortega, que tiene el 59% de las acciones del gigante textil propietario de Zara, es el más rico de España con diferencia, pero es que la segunda posición la ocupa su hija. El tercero de la lista, Rafael del Pino, controla Ferrovial junto con sus hermanos.

Hay otras excepciones notorias. Los catalanes Grífols (14), que controlan a la farmacéutica del mismo nombre; Florentino Pérez (17), propietario de la mayoría de ACS; los Entrecanales (54, 63, 79 y 89) controlan Acciona y Acciona Renovables; Javier Botín (59) es uno de los accionistas de la patrimonial de la familia, que controla Bankinter y tiene acciones del Santander, y los Planas (94), principales accionistas de Fluidra. Gabriel Escarrer (52) preside a la hotelera Meliá y los tres hermanos López Belmonte (78) son presidente, vicepresidente y consejero delegado de Laboratorios Rovi.

¿Dónde invierten los ricos?

¿Si no controlan la mayoría de mayores cotizadas, las fortunas españolas qué hacen con su dinero? Por un lado, muchas mantienen sus negocios familiares, más o menos grandes, pero que no cotizan porque el 100% del accionariado pertenece a la propia familia, con la opción, en algunos casos, de algún socio. En otros, directamente dedican la fortuna heredada o fruto de la venta de la empresa a invertir en empresas de todo el mundo y en el sector inmobiliario.

En el primer grupo, de las grandes empresas familiares no cotizadas, hay casos muy relevantes, como Mercadona, de Juan Roig (5), y El Corte Inglés, que tienen las hermanas Álvarez (60) y Carlota Galán (55) a la lista. En Catalunya, destacan Isak Andic (10), propietario de Mango, la familia de la perfumera Puig (32 y 82), y Sol Daurella (16), presidenta de Coca Cola Europacific European Partners, que, de hecho, sí que cotiza, pero en Londres.

Después hay los que vendieron la empresa y se dedican a diversificar sus inversiones. Manuel Lao, expropietario de Cirsa, invierte desde su holding, Nortia, en cotizadas como Sacyr y Merlin y mantiene negocios de ocio en Argentina. Alberto Palatchi (22), exdueño de Pronovias, tiene un family office desde ek que invierte, sobre todo, en inmobiliario. Alberto Cortina y Alberto Alcocer (25 y 26) también ponen su dinero en numeroses cotizadas.