Moeve, antes Cepsa, sigue los pasos de Repsol, y anuncia este jueves un plan de inversión de 600 millones de euros para la construcción, junto con sus socios, de unas 30 nuevas plantas de biometano para 2030 que proyecta en toda España, aunque sitúa a Andalucía, Catalunya y Galicia entre las regiones con más potencial. La noticia se conoce justo un día después de que otra compañía del sector, Repsol, comunicara que invertirá más de 800 millones de euros en una planta, pionera en Europa, para generar metanol renovable en Tarragona, y coincide con la caída de la continuidad del impuesto extraordinario a las energéticas tras el rechazo del Congreso.

En su caso, Moeve aspira a producir biometano a partir de residuos agrícolas y ganaderos, y gestionar una cartera de proyectos de 4 teravatios hora (TWh) en 2030. La producción total, equivalente a la energía suficiente para 568.000 hogares, supondrá la revalorización de 10 millones de toneladas anuales de residuos y evitará la emisión de 728.000 toneladas de dióxido de carbono o CO₂ al año, similar a la plantación de 48,5 millones de árboles.

Para el desarrollo de estas plantas, Moeve está cerrando acuerdos con socios como Kira Ventures y PreZero, y negocia nuevas alianzas. De hecho, acaba de firmar una con InproEner para desarrollar cinco plantas de biometano en España, que se espera que estén operativas entre 2028 y 2029. Cada instalación producirá alrededor de 50 gigavatios hora (GWh) al año, sumando hasta 250 GWh anuales de biometano.

La utilización de este gas renovable, en lugar de fósil, permitirá a Moeve reducir las emisiones de CO₂ de sus parques energéticos, plantas químicas, las de sus clientes y socios estratégicos industriales, además de constituir un vector complementario para la producción de hidrógeno verde e impulsar la movilidad sostenible.