La opa del BBVA sobre el Sabadell ha entrado en una fase clave con el inicio de septiembre. Este mes, el banco que preside Carlos Torres y dirige Onur Genç recibirá la respuesta del Banco Central Europeo, lo que permitirá a la Comisión Nacional del Mercado de Valores pronunciarse también sobre la operación financiera del año.

La CNMV no puede dar luz verde o rechazar la opa si no hay primero una confirmación de no oposición por parte del BCE. Y al organismo que preside Christine Lagarde se le acaba el plazo, pues dispone de 60 días hábiles (que se pueden alargar hasta 30 días más en algunos casos) para evaluar la propuesta de adquisición del Sabadell por parte del BBVA. “Así que será pronto”, señalan desde esta institución, que además, acaba de recibir el visto bueno del Banco de España.

La respuesta del BCE, por tanto, llegará en los primeros días de septiembre, pues el BBVA registró la autorización de la opa el pasado 4 de junio, por lo que está próximo a cumplir esos 90 días. El Banco Central Europeo no hará ningún comunicado oficial al respecto de manera pública, sino que trasladará su decisión directamente al banco.

Y será el BBVA quien informe de esta decisión. Hay que recordar que al BCE no le corresponde analizar la operación en sí, tan solo evaluar la solvencia y los criterios prudenciales, según explicó el vicepresidente, Luis de Guindos, recientemente. Pero tener su no oposición es clave porque sin ella, la CNMV no puede pronunciarse, pero tampoco el resto de organismos, como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

El BBVA notició a la CNMC la solicitud de la opa sobre el Sabadell unos días antes que al BCE, concretamente el 31 de mayo. Aunque el organismo que preside Cani Fernández ya ha advertido que esta operación es compleja y su respuesta final puede alargarse más de ocho meses, que es lo que tardó en pronunciarse en la fusión de CaixaBank y Bankia.

Hay que recordar que la fusión entre CaixaBank y Bankia era amistosa, y los requerimientos de información por parte de la CNMC eran fluidos. Pero este no es el caso del BBVA, que lanzó una opa hostil sobre el Sabadell después de que este último rechazara una fusión pactada al considerar que infravaloraba el banco por el precio que le ofreció. Por eso cabe esperar que la información no llegue tan rápido y se alarguen los plazos.

De hecho, puede ocurrir que la CNMC apruebe la opa en primera fase con condiciones o pasar a una segunda fase y poner condiciones, compromisos, o ambas cosas. Pero que la decisión de la tercera y última fase (que depende de Economía) no se conozca cuando los accionistas del Sabadell tengan que votar si quieren acudir a la opa. Y, por tanto, no sepan si habrá fusión.

El BBVA cree que la operación puede estar lista a mediados de 2025 si hay fusión

El BBVA ha hecho sus cuentas y calcula que desde el anuncio de la oferta, el pasado 9 de mayo, el proceso para recibir todas las autorizaciones y respuestas a la opa podría tardar unos seis meses, hasta noviembre. Después se abriría el plazo de aceptación del canje de acciones propuesto por el BBVA para los accionistas de Banc Sabadell, que se extiende entre 30 y 70 días naturales.

Si la opa sale y recibe las autorizaciones regulatorias que necesita, el banco de origen vasco, intentará entonces una fusión con el BBVA que tardará entre 6 y 8 meses más, por lo que las integraciones deberían concluir a mediados de 2025.

En este sentido, el BBVA recuerda que dicha fusión requiere la autorización del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Y este es su principal escollo, porque el gobierno español ya ha comentado en varias ocasiones y públicamente, que está en contra de la fusión porque reducirá aún más la competencia. Aunque el banco cree que tiene tiempo para convencer al Ejecutivo de las bondades de la operación.