Los festivales de música que izan la bandera de la sostenibilidad y se esfuerzan en reducir su huella de carbono han encontrado en la compañía familiar catalana Morillo el aliado perfecto para causar el menor impacto medioambiental, un objetivo que el público valora cada vez más a la hora de escoger sus preferencias musicales. La empresa de alquiler de generadores de energía temporal dio un giro de 180 grados en el 2019 con la adquisición de productos cada vez más respetuosos con el medio ambiente y ha ido renovando su flota con equipos que cumplen con la normativa europea Stage V, un reglamento que endureció las restricciones sobre los motores de combustión. Eso le ha permitido que desarrollando servicios propios y personalizados para los clientes, La edición de este año del Primavera Sound dejó de emitir unas 27 toneladas de CO₂ en comparación con las últimas ediciones, que equivalen a las toneladas que emite un avión en tres años y medio, gracias a un sistema de seis generadores de bajas emisiones y 13 baterías. El festival Monegros Desert redujo un 90% las partículas contaminantes y un 20% el consumo de combustible. "Entendemos que el mercado va por aquí y que nuestros clientes o potenciales clientes nos lo reconocen", aunque es una apuesta que "no es competitiva en cuestión de precio, hoy por hoy, pero es una decisión de concienciación medioambiental", reconoce Jaume Cayetano, director comercial de Morillo Energy Rent.

El secreto lo ofrece Morillo, con un sistema híbrido de generadores de bajas emisiones con los equipos Stage V, que complementa con baterías eléctricas de alta capacidad, hecho que permite reducir mucho las horas de funcionamiento del generador y, por lo tanto, de combustible y las emisiones caen. Además, "si el espacio donde va la instalación es lo bastante amplia y la potencia que pide al cliente se ajusta también las baterías para hacer la hibridación se pueden cargar con placas solares", diseñando sistemas híbridos solar diésel, con lo cual la contribución a la sostenibilidad es todavía más mayor, manifiesta Jaume Cayetano, director comercial de Morillo Energy Rent.

Con las infraestructuras eléctricas de Morillo se consigue una reducción media de más del 50% de las emisiones de CO₂, con independencia de la potencia que tengan los equipos que se instalen, "de hecho, es más, según el tipo de aplicación se consigue una disminución del 70%. Cuando se montan las soluciones híbridas, el ahorro en combustible es entre el 50% y el 70% y eso es directamente proporcional al ahorro en emisiones de CO₂", insiste el director comercial.

La apuesta por la diversificación de las líneas de negocio y la sostenibilidad ha contribuido decididamente al incremento de los clientes y el volumen de ingresos hasta los 23 millones de 2022 -con un aumento anual del 7,5%. Una tendencia que ha consolidado desde principio de año y "que se traducirá en un crecimiento previsto del 8,7% y el hito de los 25 millones de euros de facturación", en 2023. La diversificación se ha hecho no solo mediante el crecimiento orgánico, sino que también se han hecho adquisiciones como la realizada el año pasado para incorporar de instalaciones temporales para eventos Infralect, que nos ayudan a implementar la diversificación.

1 Jaume Cayetano Director Comercial Morillo Energy Rent
Jaume Cayetano, director comercial de Morillo Energy Rent. / Morillo Energy

Llegados a este horizonte, la compañía que la familia Morillo constituyó en 1955 en Rubí, está trabajando en el nuevo plan estratégico 2025-2030, que "nos tiene que posicionar en los mercados internacionales" bien sea con la apertura de filiales o con la compra de empresas locales. Más concretamente a Portugal, por su proximidad, y a Chile, porque es un país que "tiene muchas posibilidades para el sector de la energía temporal, por el potencial de crecimiento del mercado, ya que las infraestructuras eléctricas son en cierta manera precarias". Actualmente, la compañía es dirigida por Rosa Morillo, miembro de la segunda generación y máxima accionista, y las direcciones técnicas y de operaciones están encabezadas por Miguel Ángel y Pablo Artiel Morillo, de la tercera generación.

Ahora mismo, con una plantilla de 150 empleados, Morillo tiene más presencia a segmentos como el de los acontecimientos diversos, la industria y los facilities (subcontratación de servicios en empresas), el sector naval, de telecomunicaciones o la construcción, aunque esta última en grado más bajo desde la crisis del 2012, mientras que la firma se mantiene como proveedor de las eléctricas, con "un peso muy significativo en los ingresos y que no disminuirá en favor del resto de negocios", asegura a Cayetano.

El valor añadido que aporta Morillo, "que es la primera empresa de capital estatal dentro del sector por su volumen y alcance territorial", proviene de su colaboración con proveedores españoles -en Catalunya no hay ninguno- que compran el motor del generador y después acoplan todo el equipo y "nos permiten hacer diseños a medida de nuestros generadores que tienen unas características técnicas concretas para la actividad a la cual nos dedicamos". "A nosotros no nos encajan los productos estándares", concreta. Eso ha permitido que, desde hace dos años, Morillo trabaje con el sistema híbrido incorporando a las baterías para conseguir que los generadores trabajen muchas menos horas, "porque la mayoría de nuestros clientes tienen fluctuaciones en las cargas". Morillo se introdujo en este segmento con baterías de 15 kW y 45 kW y "este año ha hecho una apuesta importante por baterías más grandes de hasta 300 kW".