Moventia conmemora su primer centenario. Esta multinacional catalana del transporte, con presencia en siete países, mueve a 215 millones de pasajeros anuales, con más de 2.700 autobuses, 45.000 bicicletas y 41 tranvías, además de vender 27.000 vehículos a través de sus concesionarios.
Al frente de Moventia se encuentra la tercera generación de la familia Martí: los hermanos Miquel (presidente), Josep Maria (vicepresidente), Sílvia (presidenta corporativa) y Maria Rosa Martí Escursell, que no está en la dirección porque ha encarado su vida profesional hacia la farmacia si bien forma parte de la propiedad. Pero ya se han incorporado dos representantes de la cuarta generación, formada por 12 primos: Miquel Martí Pierre (CEO de Movento, la división de movilidad privada, que es hijo de Miquel) y Santi Colomer Martí (director general de Movento, hijo de Maria Rosa).
Miquel Martí Escusell compagina la presidencia de la empresa familiar –con 6.800 empleados, más de 3.000 en Catalunya– con muchos otros cargos en entidades empresariales. A destacar, el de consejero de Fira de Barcelona y vicepresidente tercero de la Cambra de Comerç. En una conversación con ON ECONOMIA, repasa los momentos críticos de la compañía –la Guerra Civil, la posguerra, la pérdida de la concesión de Sabadell a principios de los ochenta... – y los aciertos que lo han convertido en un gigante de la movilidad.
La empresa familiar empieza con Miquel Martí Adell, nacido en Morella, en la comarca castellonense de los Ports. Huérfano antes de cumplir un año, en su juventud se fue a Sabadell donde vivía una parte de su familia. Después de trabajar en los vapores textiles, en 1923 compró con un socio un autobús, un Ford T, con el que hacía la línea entre la Creu Alta y la Estación Tren Eléctrico, como llamaban en aquella época a la actual estación de Renfe.
Su nieto y actual presidente, Miquel Martí Escursell, destaca que el abuelo realizó la primera innovación cuando sustituyó "el transporte por tracción de sangre" (caballos o mulas) por un autobús. El siguiente paso lo dio en 1933 cuando compró una compañía, La Catalana, que realizaba el trayecto entre los barrios barceloneses del Clot y Poblenou. Hacía unos años que ya había abierto un nuevo negocio en Sabadell, un taller mecánico, en el que también vendían vehículos y recambios, que es el embrión del actual Movento, la división de automoción.
La familia se quedó sin los autobuses a raíz de la colectivización de las empresas de transporte cuando en 1936 estalló la Guerra Civil. Una vez acabada, el abuelo Miquel y sus dos hijos, Heribert y Miquel Martí Carceller, "volvieron a empezar desde cero". En una economía autárquica, con falta de recambios y combustible, reconstruyeron la compañía de autobuses.
En 1950, los hermanos Martí Carceller firmaron la primera concesión administrativa del servicio de autobús en Sabadell para un periodo de 25 años. Precisamente, esta segunda generación expandió el negocio fuera de Catalunya, en la década de los setenta, cuando empezaron a operar en las ciudades de Córdoba y Zaragoza en colaboración con unos socios asturianos.
En 1982 se produjo un hecho clave en la historia de esta empresa familiar. Se quedaron sin concesión municipal de Sabadell. Miquel Martí recalca que perder esta concesión, el eje central de la compañía, ponía en peligro su continuidad. Pero eso "nos hizo abrir los ojos y la mente: el mundo no se acaba en Sabadell y nosotros, si sabemos de alguna cosa, es de movilidad". En aquel momento, la tercera generación, los hermanos Miquel y Josep Maria Martí Escursell –hijos de Miquel Martí Carceller- spostaron por la expansión. Su hermana pequeña, Sílvia, se añadiría más adelante.
En 1985 se produjo la fusión entre Transports Martí, de Sabadell, y Renom Bus, de Cerdanyola del Vallès. El resultado fue Martí Renom SA, que operaba con la marca Sarbus, la compañía que pasó a dominar el Vallès y sus conexiones con Barcelona. De dos compañías pequeñas, competidoras, surgió una mediana con ganas de seguir creciendo. El primer paso fue la compra de La Vallesana, a la que siguió Casas –en 1996, implantada en el corredor del Maresme– y Sarfa –en 2000, de las comarcas de Girona– entre otras empresas.
Antes de los Juegos Olímpicos de 1992, ganan dos concursos en Barcelona: el transporte de personas con movilidad reducida severa y el Aerobús, entre la ciudad y el aeropuerto. Estos servicios se realizan mediante la sociedad Transport Ciutat Comtal, participada inicialmente por Sarbus (33%), Transportes Urbanos de Zaragoza (33%) y la pública Transportes metropolitanos de Barcelona (TMB). Más adelante, Sarbus adquirió la participación de los aragoneses y pasaron a controlar el 66%.
Estrategia de grupo
Los hermanos Martí Escursell volvieron a tener el 100% del grupo de transporte público cuando la familia Renom decidió salir de la sociedad y les vendió su participación. Aunque la operación suponía un riesgo, dieron el paso porwur volver a ser una empresa en manos de un único núcleo familiar les permitió "construir una estrategia de grupo". En aquel momento, se organizaron como grupo a nivel empresarial, organizativo y también familiar. Dos años después se dotaron de un protocolo familiar que establece las reglas de acceso a los órganos directivos y a la propiedad.
Estos procesos coincidieron con el cambio de nombre del grupo. Se pasó a llamar Moventia y agrupa dos grandes divisiones: Moventis (movilidad pública) y Movento (movilidad privada, que son la cadena de concesionarios de vehículos). Y desplegaron lo que Miquel Martí define como "una ambición sana de internacionalización y de exploración de nuevos territorios". En el Estado, además de Catalunya, tienen presencia en las Baleares, Navarra, País Vasco y Asturias.
La internacionalización empezó por Finlandia, concretamente con un servicio de bicicletas públicas en Helsinki, un nicho de mercado en el que Moventia llevaba años trabajando. En Europa, también están en Portugal y Francia. Exploraron algunos países latinoamericanos, pero, como apunta Miquel Martí, "la seguridad jurídica era "muy complicada y en nuestro sector es un elemento muy relevante porque los contratos son entre 10 y 15 años". Descartado este mercado, apostaron por Arabia Saudí, un país que carecía de transporte público. Desde el pasado noviembre, son el "transportista más relevante" de la península Arábiga. Junto con el socio saudí Al Qaid han puesto en marcha líneas con 150 autobuses que cubren más de 50 ciudades. Ahora exploran el mercados de los Emiratos. En la actualidad, el 25% de la facturación del grupo ya proviene del negocio internacional.
Miquel Martí destaca que la compañía posee "una visión de 360 grados de la movilidad" porque trabajan tanto el ámbito de la movilidad pública como en el de la privada, hecho que los diferencia de sus competidores, centrados únicamente en uno de los dos segmentos. Además, apuestan por la multimodalidad, por una amplia oferta de posibilidades de transporte que se complementa. Para mejorar el servicio, se avanza en el softwares más potentes y con inteligencia artificial.
La movilidad del futuro será "inteligente y sostenible", señala a Martí. En los últimos tres años han invertido más de 120 millones de euros en descarbonizar la flota de autobuses con sistemas más eficientes. El objetivo es llegar a 2035 con una flota 100% eficiente.
La empresa familiar ha demostrado resiliencia, capacidad de superar los momentos mes críticos de su centenaria historia, y que lo han hecho con un "compromiso hacia al sociedad y los trabajadores". Recuerda que "el trabajo" de la compañía es el de "facilitar la movilidad de las personas". Moventia colabora con una cincuentena de entidades culturales, científicas y deportivas.
Apuesta por el Tranvía
Siempre han confiado en el tranvía. En la década de los noventa ganaron el concurso de ideas para unir la Diagonal de Barcelona con ciudades del Baix Llobregat. En el 2004 consiguieron la adjudicación del servicio, que se puso en marcha cuatro años después. En la actualidad, Miquel Martí es el presidente de Tram –Tramvia Metropolità SA y Tranvia Metropolità del Besòs SA-, concesionarios del servicio de tranvía de Barcelona.
Distribución de automóviles
Moventia también se dedica a la distribución de automóviles. El tío Heribert viajó a mediados de los años sesenta a París con la intención de "verse con el señor Renault". No lo consiguió, pero, gracias a su insistencia, se reunió con los responsables de su sucursal española y, en 1996, obtuvo la concesión de esta marca para Sabadell. En 1992 también consiguieron la de Mercedes. Y en el 2007 entraron definitivamente en la multimarca cuando representaron todo el grupo Volkswagen (Volkswagen, Seat, Audi y Skoda), Land Rover y Hyundai. Y en este periodo también han ampliado su presencia territorial. Ahora están en todas las comarcas barcelonesas con la excepción del Baix Llobregat y el Penedès.