Hazis Vadar, promotor teatral belga de origen albanés, abrió en febrero de 2020, solo unas semanas antes de que se decretase la pandemia, una sala de exposiciones en la calle Trafalgar de Barcelona en la que exhibía reproducciones de las obras de Banksy, el artista de calle más exitoso y más misterioso porque sigue negándose a revelar su identidad. Cuatro años después, este negocio ya exhibe beneficios.
Museo Bansky SL registró en 2023 unas ventas de 541.000 euros, casi un 50% más que en el ejercicio anterior, con unos beneficios netos de poco más de 32.000 euros, que pueden parecer modestos pero que contrastan con los 21.000 euros de pérdidas del año anterior, lo que significa un incremento del 252%. La sala de Hazis Vadar ya gana dinero, según muestran las cuentas depositadas en el Registro Mercantil.
Se trata de una pyme, con solo cuatro empleados, que cada vez atrae a más visitantes con el cebo de la obra de Banksy si bien son conscientes de que lo que verán son reproducciones. Fuentes de la sala indican a ON ECONOMIA que estos días, en temporada baja, tienen unos 200 visitantes por término medio pero que en verano y por Semana Santa pasan de los 1.000 diarios gracias al turismo. La sala abre de lunes a domingo, de las 10.00 a las 20.00 horas. El precio de las entradas está entre los 10 y 14 euros, pero son gratuitas para los niños de menos de 6 años y para las personas con movilidad reducida.
A Banksy se le atribuye la fase "los derechos de autor son para perdedores". Que se sepa, este artista no se ha quejado nunca de la actividad de esta sala barcelonesa, aunque en 2019 presentó una demanda contra los organizadores de una muestra sobre su obra en Milán. Entonces interpuso la denuncia mediante Pest Control Office, la firma que utiliza para entregar certificados de autenticidad de su obra.
Museo Banksy es un ejemplo de las empresas dedicadas a la exhibición cultural que florecen en Barcelona alejadas del modelo del museo tradicional. El pasado abril abrió White Rabbit, situada en las antiguas galerías del Bulevar Rosa del Paseo de Gracia. Sus promotores le definen como una “experiencia inmersiva sobre cultura tradicional catalana”. Muestra colaboraciones de artistas como La Fura dels Baus, TVBoy, Carles Piera (con piezas sobre cabezudos y caganers), Enric Planas (l’ou com balla), Mina Hamada o Playmodes.
Detrás de White Rabbit está la familia Vives Yvern, que también es la propietaria de las antiguas galerías del Bulevar Rosa así como de otros negocios inmobiliarios, vitivinícolas, de restauración, hostelería y de las tiendas Balvi, de decoración y regalos. En los últimos meses han constituido dos nuevas sociedades (Amuseum Spain y Candy House Barcelona) que también declaran dedicarse a las salas de exhibición cultural, pero se han negado a revelar si pondrán en marcha nuevos proyectos en este campo.