El magnate Elon Musk ha enviado un correo electrónico a los trabajadores de X -red social que compró en 2022, cuando todavía se llamaba Twitter- para indicarles que podrían optar a acciones de la compañía si demuestran que se lo merecen. Para obtener las acciones de la popular red social, el personal tiene que enviar un resumen de una página con lo que consideren que son sus contribuciones a la compañía.

De acuerdo con el medio especializado The Verge, la empresa le debe al personal su actualización anual de acciones, que se suponía se iban a distribuir el pasado mes de abril. Musk previamente aseguró a los empleados que podrían cobrar acciones regularmente, similar al personal de SpaceX, según dos empleados con los que habló The Verge. Sin embargo, aún no ha cumplido esta promesa.

La última actualización de acciones para los empleados de X se produjo en octubre de 2023, lo que supuso una valoración de la empresa de 19.000 millones de dólares. Durante esta actualización, los empleados recibieron acciones retenidas a un precio de 45 dólares por acción. En octubre de 2022, Musk retiró Twitter de la bolsa, donde cotizaba desde 2013. Musk se hizo con la red social por 44.000 millones de dólares y luego despidió a cerca del 75 % de su plantilla.

Denuncias a Musk

De hecho, varios antiguos ejecutivos de alto rango de Twitter, entre ellos el que durante años fue consejero delegado, Parag Agrawal, denunciaron a principios de marzo al actual propietario de la empresa, el multimillonario Elon Musk, por el supuesto impago de 128 millones de dólares (117,9 millones de euros) en indemnizaciones por sus despidos. La denuncia, presentada en un juzgado de California, venía firmada por Agrawal; el exjefe financiero Ned Segal; el exjefe del departamento jurídico Sean Edgett y el exjefe del equipo legal, Vijaya Gadde.

Los demandantes aseguraban que Musk tiene una "ira especial" contra ellos porque defendieron los intereses de los accionistas durante la compra de la red social por parte del empresario en 2022. Tras el caótico desembarco de Musk en la red social, marcado por su llegada a la sede central con un lavabo entre las manos, el nuevo propietario argumentó que los antiguos ejecutivos habían incurrido en una "conducta indebida e intencionada" y eso justificaba su despido, algo que ahora ellos niegan. "Este es el manual de Musk: quedarse el dinero que debe a otras personas y forzarlas a denunciarlo. Incluso cuando pierde, Musk puede imponer retrasos, tiempo y gastos sobre otros menos capaces de permitírselo", indicaban en el documento.

Las indemnizaciones que reclamaban variaban de los 57 millones de Agrawal a los 7 millones de Edgett, y argumentaron que el cálculo se hizo según los términos de sus antiguos contratos en Twitter, que recogían una combinación entre el sueldo de un año y acciones en la compañía.