Naturgy vivió ayer uno de los días más movidos de su historia reciente con anuncio de autoopa, ampliación del consejo de administración en la presentación de unos beneficios de 1.900 millones en 2024 cercanos a su récord de 2023. Además, presentó un plan estratégico hasta 2027 que aparca aventuras internacionales ante la inestabilidad geopolítica: el 75% de los 6.000 millones que invertirá en los próximos tres años irán destinados a España.
Así lo expusieron ayer Francisco Reynés, consejero delegado, y su equipo a los analistas y periodistas en la presentación de los resultados y del plan estratégico. Reynés reconoció que "los próximos años no serán fáciles, los precios seguirán cayendo" y expuso los detalles de un plan que incluye aumentar el pago de dividendos de 1,6 a 1,9 euros por acción para 2027. Ante este panorama, la actitud de la empresa no pasa por aventuras en el exterior
La mayor parte de las inversiones irán destinadas a energías y gases renovables y también a las redes, de forma que Naturgy disminuirá su exposición a commodities como el gas natural (con una reducción del 19% de volumen por contratos a largo plazo) o el GNL, al tiempo que incrementa su apuesta por el biometano.
Las inversiones, que superará los 2.000 millones de media anual, irá en un 50% a redes, en un 30% a renovables y en un 20% a suministros y gestión energética.
El objetivo de Naturgy es añadir 4,5 Twh para más que duplicar su capacidad actual, que es de 3,3Twh. "No toda la descarbonización pasa por la electrificación, también por sustituir los gases de origen fósil por otros de origen renovable", dijo Reynés en una larga rueda de prensa en la que desgranó los detalles de la autoopa y admitió que la empresa no va a firmar nuevos contratos de GNL en los próximos años, ya que espera ir sustituyéndolos por biometano.
En cuanto a energías renovables, Naturgy espera sumar 410 MW de capacidad eólica a su cartera y 220 MW de baterías de hibridación fotovoltaica, así como culminar los 1,6 GW que tiene en construcción.
Además, de cara a 2027 está previsto el apagón de la central nuclear de Almaraz, en Madrid, en la que participa, y la compañía debe también afrontar el cierre.
Fuera de España, su principal apuesta será Latinoamérica, con especial foco en el suministro industrial en México y en la renegociación de los contratos PPA.
El periodo se inicia con cambios relevantes en el consejo de administración y en el paquete accionarial, después del doble anuncio de ayer.
Por parte del consejo, este pasará de 12 a 16 miembros para satisfacer a los accionistas y mantener la proporción, con la entrada de un nuevo miembro de IFM, que tendrá dos, y también de un nuevo miembro para CriteriaCaixa, GIP y CVC.
Son, respectivamente, Martin Catchpole y Marta Martínez. El consejo quedará, así pues, formado por dos miembros de IFM, tres de CVC, tres más de GIP / Blackrock, cuatro de Criteria Caixa, tres independientes y el presidente ejecutivo.
Además, después de las negociaciones fallidas para la opa de Taqa promovida por Criteria y de rumores de que se podría volver a abrir la puerta a la entrada de la emiratí, ha sido finalmente la empresa quien ha tomado las riendas de un importante movimiento accionarial. La junta votará una autoopa del 10% del capital con un coste de unos 2.500 millones de euros para mejorar las acciones libres en Bolsa y recuperar los índices MSCI. Estas podrían dar salida a acciones de GIP - Blackrock y CVC.
Ahora mismo, Criteria tiene el 26,7% de CriteriaCaixa, CVC el 20,7, GIP BlackRock el 20,6%, IFM el 16,9%, Sonatrach el 4,1% y existe un 10% de capital flotante y un 0,9% de autocartera. Esta autocartera aumentaría con la autoopa anunciada también ayer por unos 2.300 millones a 25,6 euros por acción (y que debe concretaerse en ajunta de accionistas) hasta el 10% para luego pasar a un capital flotante que debe superar el 15% para aspirar a recuperar los índices.
La empresa cerró un 2024 de precios más bajos con una reducción de beneficios de tan solo el 4,3% respecto al récord de 2023, de 1.986 millones, mientras que el ebitda ha reculado un 2% hasta los 5.475 millones. La facturación ha caído un 17% hasta los 19.267 millones. La deuda neta es de 12.201 millones de euros.
El año "desafiante", según el comunicado de la compañía, no ha repercutido excesivamente en la deuda de la empresa, que ha crecido tan solo un 0,9% al pasar de los 12.090 millones al cierre de 2023 a los 12.201 millones en 2024. El flujo de caja es de 1.418 millones, un 26% inferior al del cierre de 2023 después de dedicar a inversiones un 17% menos, 2.280 millones.
Los mercados premiaron su avalancha de información haciendo subir la acción un 4% durante la jornada.