Prada anunció este jueves la compra de Versace por 1.375 millones de dólares (unos 1.250 millones de euros) a Capri Holdings, un grupo norteamericano que también posee Jimmy Choo y Michael Kors. Así, Prada se consolida como la marca de lujo más importante de Italia, sin embargo, como recuerda Bloomberg, su valor solo equivale a una vigésima parte del gigante francés LVMH.
La italiana Prada obtuvo el año pasado unos beneficios récord de 839 millones de euros, un 25% más que en el ejercicio anterior, pero las francesas LVMH –con marcas como Louis Vuitton, Christian Dior, Loewe...– y Kering -Gucci, Saint Lauent, Balenciaga...- ganaron 12.550 millones y 1.133 millones, respectivamente.
Pero Prada ha hecho la compra más cara –supeditada todavía al visto bueno de los reguladores del mercado– desde que se fundó en 1913, hace más de un siglo, y todo el mundo parece encantado con esta operación. Donatella Versace, que abandonó en marzo pasado la direccion creativa de la marca, asegura que está satisfecha porque vuelve a ser italiana. Y los norteamericanos de Capri han optado por venderla a pérdidas –hace siete años pagaron 2.000 millones de dólares, unos 1.800 millones de euros– en un intento de reducir los números rojos del grupo: en el último trimestre del año pasado registraron un resultado negativo de 547 millones de dólares.
En España, Prada y Versace exhiben glamour, pero escasos beneficios. Los negocios de sus filiales –Prada Spain y Versace España, las dos con sede social en Madrid– obtuvieron unas ganancias similares, de 640.000 euros la primera y 502.000 euros la segunda, si bien Prada registró unas ventas de 80 millones de euros, casi cuatro veces más que los 23 millones de la segunda. En conjunto, a través de sus filiales en España, que también incluyen la actividad en Portugal, superan por poco una facturación de 100 millones de euros. Estos datos corresponden al último ejercicio consultable, que Prada cerró a 31 de diciembre de 2023 y Versace a 31 de marzo de 2023.
En comparación, la filial LVMH Iberia tuvo unas ventas en 2023 de 541,8 millones de euros, con unos beneficios de 106 millones de euros. O sea, factura cinco veces más en España y Portugal que la suma de las filiales de Prada y Versace, pero casi multiplica los beneficios por 100.
Sin embargo, Prada Spain está aumentando las ventas año tras año con la excepción del pandémico 2020, cuando pasó de los 58 millones de 2019 a menos de 25 millones. Desde entonces, crece a doble dígito en ventas en este mercado: 39 millones (2021), 70 millones (2022) y 80 millones (2023). En los informes de gestión recuerdan que se implicaron en la Copa América de Vela que se disputó el año pasado en Barcelona, en la cual compitieron con el Luna Rosa (que quedó semifinalista), con el objetivo de ganar "visibilidad en la comunidad deportiva internacional". Incluso, su presidente, Patrizio Bertelli, constituyó una empresa en Barcelona para sacar rendimiento de la Copa América.
Por su parte, Versace España desarrolla su actividad en dos outlets –los de Las Rozas (Madrid) y La Roca Village (Barcelona)–, cuatro tiendas –Barcelona, Madrid, Marbella y Lisboa– y en varios corners de El Corte Inglés, según indican en sus informes de gestión. Los 23 millones de ventas del 2023 supusieron un incremento del 23% respecto al ejercicio anterior, pero el resultado de explotación se quedó en 652.000 euros (los beneficios netos, en poco más de medio millón), que equivalen a un 145% menos que un año antes.