El fabricante automotriz nipón Nissan Motor anunció este jueves un recorte de 9.000 empleos en todo el mundo y una reducción de su capacidad de producción del 20%, con vistas a mejorar su liquidez y su rentabilidad tras el agudo empeoramiento de sus resultados financieros semestrales. El ajuste afecta al 7% de la plantilla mundial, configurada por un total de 130.000 empleados. El fabricante ha anunciado estas medidas de reestructuración durante la presentación de sus resultados para el primer semestre fiscal de la compañía -abril a septiembre de 2024-, que reflejan una caída de su beneficio neto del 93,5% respecto al mismo semestre del año pasado.

Nissan, que cuenta con plantas de fabricación en Ávila y Cantabria (España), llevará a cabo esta amplia reestructuración de sus operaciones "con vistas a hacerse más fuerte, resistente y adaptable de cara al futuro", según ha manifestado el presidente y CEO de la empresa, Makoto Uchida, en rueda de prensa. Uchida no ofreció detalles sobre en qué países ni cuándo exactamente se llevará a cabo este recorte de su plantilla, y afirmó que se "revisará y discutirá" el nivel de producción en cada región donde tiene operaciones.

El CEO y presidente aludió en concreto a "un mercado cada vez más duro y con más competidores", al encarecimiento de las materias primas, a la carestía de semiconductores o un plan de ventas de la empresa "excesivamente agresivo" como factores para el empeoramiento de la salud financiera de Nissan.

Caída de las ventas del 1,3% de abril a septiembre

El beneficio neto de Nissan cayó entre abril y septiembre -correspondiente al primer semestre fiscal de la compañía- hasta los 19.223 millones de yenes (116 millones de euros) debido principalmente al descenso de sus ventas y al ajuste de su producción a una demanda decreciente, según la empresa. En el citado período, primer semestre del año fiscal nipón, el beneficio operativo de Nissan se hundió un 90,2%, hasta los 32.908 millones de yenes (198 millones de euros), mientras que su facturación por ventas se redujo un 1,3%, hasta los 5,9 billones de yenes (35.607 millones de euros).

El fabricante nipón colocó 809.000 vehículos en el semestre, lo que supone un retroceso del 2,8%. En Norteamérica, su principal mercado, las ventas cayeron un 0,2%, mientras que en China, el segundo mayor, se desplomaron un 12,5%.

La empresa estima que su beneficio operativo se reducirá en un 73,6 % en todo el ejercicio, hasta los 150.000 millones de yenes (906 millones de euros), y prevé un incremento de su facturación del 0,1 %, hasta los 12,7 billones de yenes (76.761 millones de euros).