Norwegian cerró el último ejercicio con un beneficio de 92 millones de euros, casi la mitad de lo que ganó en 2021. Esta caída se apoya en los grandes desafíos que el sector aéreo vivió en los aeropuertos europeos durante 2022, además de la subida del precio del combustible y del dólar, según explica el consejero delegado de la aerolínea, Geir Karlsen, en un comunicado. También destaca que el último trimestre registró pérdidas, pues, tras un verano de récord, el invierno tuvo menos demanda por la estacionalidad y la inflación.
Pese a ello, la compañía disparó los ingresos hasta los 1.731 millones de euros desde los 454 millones del año anterior, siendo España su segundo mejor mercado en 2022, aportando unos 245 millones, cuatro veces más que un año antes. A la cabeza se sitúa Noruega, donde está su matriz, con 660 millones de ingresos, casi el triple que 2021. Y en tercer lugar, Dinamarca con 193 millones, que también multiplica por cuatro los ingresos del año anterior.
En el cuarto trimestre, Norwegian perdió a nivel grupo casi 11 millones de euros frente a las ganancias más de 10 millones del año anterior, pese a que la compañía transportó a 4,58 millones de pasajeros, un 46% más que en 2021. Según explican, los resultados se vieron afectados por la incertidumbre macroeconómica y sobre todo, la subida de precios por el combustible.
En el conjunto del año, el número de personas que voló con la compañía fue de casi 18 millones, el triple que el año anterior (6,9 millones), que todavía estuvo muy condicionado por las restricciones de la pandemia. Sin embargo, aún sigue un 50% por debajo de las cifras de 2019. Ese ejercicio subió a sus aviones a 36,2 millones de persona.
Los mejores datos del año los registró en verano, con 6,1 millones de pasajeros entre los meses de julio y septiembre. La fuerte demanda tras dos años de pandemia, particularmente para destinos de playa, llevó a la firma a obtener un resultado de actividad récord en verano.
“Cerramos el capítulo de 2022, un año en el que nuestras operaciones han tenido un buen desempeño, a pesar de los grandes desafíos del sector en los aeropuertos europeos. Durante todo el año, obtuvimos un resultado positivo a pesar de unos precios de combustible a niveles récord y un dólar muy fuerte”, declara Geir Karlsen.
Norwegian no solo ha tenido que hacer frente a los problemas de capacidad que hubo en 2022 en algunos aeropuertos europeos, lo que provocó que las aerolíneas tuvieran que reducir parte de su oferta. También se ha visto afectada “por las difíciles condiciones climáticas en varios aeropuertos europeos”, lo que ha perjudicado, entre otras cosas, a la puntualidad de sus vuelos.
La aerolínea, que cerró el ejercicio con 70 aviones, está aumentando su flota para poder acoger la creciente demanda de tráfico aéreo. Y en este contexto ha firmado un acuerdo de arrendamiento con Air Lease Corporation (ALC) para operar con seis nuevos 737 MAX 8 de los que dispondrá para el próximo verano.
Norwegian destaca que estos alquileres ayudarán a contrarrestar los retrasos de Boeing en otros aviones que tendrían que haber sido entregados esta primavera. Para la próxima temporada de verano, la compañía espera disponer de un total de 81 aviones en su flota.