Mitin político de Alberto Núñez Feijóo ante las grandes empresas familiares. El líder popular volvió a cargar contra la amnistía y la presencia de las lenguas cooficiales en las Cortes españolas para defender un programa ante los empresarios que, más que económico, resultó político.
En su intervención en el Congreso de la Empresa Familiar que empezó este lunes en Bilbao, Núñez Feijóo afirmó que el gobierno de Pedro Sánchez “debería aprender de ustedes [los empresarios], de como funcionan y de como se comprometen con España”.
Realizó un símil entre política y empresa cuando indicó que “escaso éxito tienen las compañías que no piensan en las cuentas de resultados, sino que dedican sus esfuerzos a enfrentamientos o a vulnerar el código ético”. Y entonces volvió a cargar contra la amnistía por el procés catalán: “en vez de hablar de empleo o rebajas fiscales, hablamos de la autodeterminación. Es indigno que los políticos piensen más en sí mismos que en los ciudadanos a los que sirven”. Reclamó centrarse en los grandes retos económicos como la competitividad en vez de dejarse “imponer” por formaciones minoritarias, indicó en relación con los intentos de Pedro Sánchez por formar gobierno.
Insistió en que a España no le está yendo bien y, a continuación, empezó a desgranar datos: Los españoles “pierden renta y pagan más impuestos que nunca”. El 21% de los hogares vive por debajo de los umbrales de pobreza. “Tenemos el doble de paro que en la Unión Europea”. El empleo público (20%) crece el triple que el privado (7%). “Hemos retrocedido 6 puntos en convergencia per cápita” respecto la UE. “España es el país que más ha incrementado la presión fiscal desde la pandemia”. Se han aumentado 40 figuras tributarias. Y como conclusión, Núñez Feijóo destacó que “la mayoría de los españoles vive peor en el 2023 que en 2018”, que es cuando los populares quedaron fuera del gobierno central.
Por lo que respecta a propuestas económicas, enumeró estas seis “palancas”:
Equilibrio presupuestario. “Si no hay este equilibrio, alguien lo pagará. Cuando tenemos una deuda pública que se acerca a 1,6 billones de euros, este país tiene un problema”. Insistió en que es el tercer país europeo que más ha incrementado la deuda pública. Propuso equilibrar las cuentas, atraer talento y facilitar inversión. Indicó que es la cuarta economía del euro, pero que ocupa la posición 18 en competitividad.
Reformas estructurales. Critico que los socios del actual ejecutivo no las apoyasen. Puso especial énfasis en el sector agrario –“tenemos un enorme problema de agua del que no se habla”– y en el turístico.
Política energética. Afirmó que un país con las capacidades para la producción de energía eólica y solar como España no puede tener la electricidad más cara que la media de la UE.
Digitalización. Reclamó un mayor acceso de la ciudadanía a las nuevas tecnologías.
Educación. Indicó que es “la mejor inversión”. Aquí recuperó el conflicto catalán, al indicar que sería un “avance” si el debate fuera sobre el conocimiento del inglés –reconoció que no tiene un buen nivel por el sistema educativo que recibió– y no la “discusión sobre idiomas” en el Congreso de los Diputados.
Política industrial. Dijo que un país “se equivoca cuando solo crece en los servicios” porque “es necesario volver a la industria”. Y mencionó que España es el segundo país ensamblador de automóviles que no tiene fábricas de baterías.
Cargó contra el gobierno de Pedro Sánchez por convertir los fondos europeos Next Generation en su “Plan B”.