El Banco Central Europeo (BCE) ha emitido su posición respecto a la opa del BBVA a Sabadell y no se opone a la compra bancaria en el mercado. El visto bueno de la institución es un requisito previo para que la Comisión Nacional del Mercado de Valores autorice la operación y todo apunta a que la reguladora española será la siguiente.
Tras la aprobación de la CNMV, se confirma el precio de las acciones y se abre un mes de plazo para que la opa triunfe si más del 50% de los accionistas del Sabadell acceden a vender sus participaciones.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, ha destacado el paso como "un nuevo hito muy relevante que subraya, además, la solidez y solvencia de este proyecto".
"La unión de Banco Sabadell y BBVA crea una entidad más fuerte y rentable, que tendrá una capacidad adicional de concesión de crédito a familias y empresas de 5.000 millones de euros al año", ha añadido.
"Esperamos recibir el resto de autorizaciones según el calendario previsto y avanzar en el proyecto más atractivo de la banca europea", ha añadido Torres, con la vista puesta ya en la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
Los pasos hacia la fusión avanzan en un momento movido para los mercados españoles, que está también pendiente de la gopa de exclusión de Brookfield sobre Grifols.
El anuncio previo a la oferta pública se hizo público el pasado mes de mayo y Sabadell rechazó una operación que se convirtió, por tanto, en opa hostil y que tampoco ha gustado a los gobiernos español y catalán, que ven en ella una disminución de opciones para los clientes.
En junio, trasladó las peticiones de aprobación a los reguladores y desde el banco calculan que el proceso podría tardar entre 6 y 8 meses aunque desde el Sabadell apuntan más bien a bien entrado el 2025.
Las patronales catalanas Foment y Pimec también han mostrado sus reticencias a esta opa por las dificultades que supondría para las pequeñas y medianas empresas que tienen su dinero en Sabadell y en la misma línea se ha manifestado el Núcleo Estable de Accionistas Minoritarios del Sabadell (NEM), que ha hecho un llamamiento a no vender acciones.
Los sindicatos, por su parte, se han manifestado en contra al considerar que tendrá un coste en puestos de trabajo. Las estimaciones han apuntado a hasta 4.000 salidas de empleados afectados por la operación, por la que el BBVA ofrece 2.26 euros por acción.