Hace un siglo, el comerciante Pere Miquel Estela abrió un negocio de venta al por mayor de frutas y verduras en Figueres. Y hace medio siglo, sus tres hijos –Ramon, Amadeu y Josep Miquel Ballart- pusieron en marcha la cadena de autoservicio mayorista conocida por GM Cash (o Gros Mercat, en Catalunya), que vendieron en 2015, precisamente el mismo año en que uno de sus nietos, Òscar Pierre Miquel, cofundó Glovo. En cuatro generaciones de la familia Miquel se ha pasado de la venta de fruta al gigante del delivery.
Invitados por la Cambra de Comerç de Girona, Òscar Pierre Miquel, de 31 años, y su abuelo materno, Amadeu Miquel Ballart, de 93 años (ambos en la fotografía superior), relataron en un acto público en octubre pasado la historia familiar y, además, pusieron en evidencia dos talantes empresariales muy diferentes. El abuelo Amadeu reconoció que le costó comprender la base tecnológica de Glovo, pero sobre todo sus continuas ampliaciones de capital mientras acumulaba pérdidas. Y su nieto añadió que, al abuelo, le sorprendía la valoración de Glovo, que sociedades de capital riesgo, fondos de inversión y bancos siguieran apostando por la compañía porque confiaban en su futuro crecimiento.
Cuando tenía 22 años, Òscar Pierre participó en la fundación de Glovo, donde continúa como CEO aunque, en la Noche Vieja de 2021, el grupo alemán Delivery Hero compró una participación mayoritaria por 2.300 millones de euros. De todos sus proyectos, el último adopta un nuevo enfoque: este 12 de junio, el BOE publicó la inscripción de Yellow Foundation, de la que Pierre es el presidente, en el Registro de Fundaciones del Ministerio de la Justicia. Según la documentación presentada en este registro, se trata de una fundación que persigue "finalidades de interés general en los campos de la atención a las personas en riesgo de exclusión social, la educación, la salud, la investigación y la cooperación para el desarrollo y todo eso a través de la emprendeduría".
Acompañan a Pierre en el patronato de esta fundación, como vocales, la doctora Elena Campistol y Queralt Vallcorba, colaboradora del CEO de Glovo en "iniciativas de impacto social", según consta en su Linkedin. A pesar de la similitud de las denominaciones, esta fundación es independiente de Yellow Fund, un fondo de capital riesgo que creó el año pasado, tal como precisan a ON ECONOMIA desde su equipo de comunicación. El objetivo de este fondo es invertir en start-ups.
Por su parte, el abuelo Amadeu, tras el fallecimiento de sus dos hermanos, aparece como presidente de varias sociedades que forman el grupo Miquel, aunque ya no se identifican con la denominación histórica de Miquel Alimentació, que fue uno de los gigantes de la distribución mayorista porque, en la actualidad, están centrados sobre todo en el inmobiliario. Cuando en el 2015 vendieron el negocio de Miquel Alimentació –entonces liderado por su hermano Ramon-, se desprendieron de la línea de distribución mayorista Cash&Carry (con la marca GM Cash, conocida en Catalunya como Gros Mercat), de los supermercados (Suma, Pròxim y Spar) y de las gasolineras (GMoil), pero conservaron la propiedad de las plataformas logísticas y gran parte de los locales. O sea, la familia abandonó la gestión comercial pero retuvo los inmuebles, que alquilaron a los compradores (los chinos de Bright Foods) si bien, con posterioridad, también se han desprendido de activos. En febrero de 2020, la sueca Sagax Real Estate les compró 35 locales por 149,5 millones de euros que, tres años después, volvieron a vender al grupo suizo Transgourmet, que es el actual gestor de la cadena comercial.
Amadeu Miquel todavía aparece como presidente de varias inmobiliarias como Nova Cadieisa o Invermik 1925, de la que cuelgan una serie de empresas. En estas aparecen representantes de la tercera generación como Ramon Miquel Vilanova o Pere Miquel Comas –hermano de Immaculada Miquel, madre de Òscar Pierre- que ejercen de consejeros solidarios en diversas de estas sociedades.
Historia familiar
La historia empresarial de esta familia empieza con Pere Miquel Estela (1902-1961), hijo de un empresario del cemento que en 1924 –aunque alguna referencia apunta a 1925– abrió un negocio de venta al por mayor de frutas y verduras. Poseía dos almacenes, uno en Figueres y otro en Perpiñán, en Francia, pero a raíz de la Guerra Civil lo perdió todo. Su esposa regentaba una tienda de comestibles al detalle.
En 1945, en plena autarquía, abrió otro almacén, de 1.000 metros cuadrados, en la calle de la Rutlla de Figueres, donde además de frutas y verduras también vendía al por mayor otros productos de alimentación y droguería. A raíz de su fallecimiento, en 1961, con solo 59 años, sus tres hijos, que ya se habían incorporado a la empresa muy jóvenes, decidieron crear dos empresas: una dedicada a las frutas y verduras, con unos socios figuerenses, y otra a la distribución al por mayor de todo tipo de productos alimenticios. En 1967 entraron a formar parte de Unión Vegé Española y empezaron a implantar la cadena de distribución. Y en 1974, hace 50 años, pusieron en marcha la cadena Gros Mercat o GM Cash. Son los pioneros en España del sistema Cash & Carry, destinado a proveer pequeñas tiendas, hostelería, restauración y comunidades, pero no a particulares.
Miquel Alimentació siguió creciendo con nuevos almacenes y centros de distribución, cada vez de mayor dimensión, así como con sus propias marcas de supermercados hasta alcanzar una facturación próxima a los 1.000 millones de euros antes de que, en 2015, traspasaran la gestión a Bright Foods, con sede en Shanghái, por 110 millones de euros. Esta operación fue asesorada por la gestora de patrimonios GBS Finance, fundada por Juan Antonio Samaranch Salisachs, e incluso intervinó su primogénito, Juan Antonio Samaranch Bigelli, tal y como revela este último en su cuenta de Linkedin.
En 2021, los chinos de Bright Foods se la volvieron a vender a los suizos de Transgourmet. O sea, tres cambios de propiedad en poco más de seis años, si bien siempre mantuvieron al mismo equipo directivo: Pere Laymon continuó en la dirección general hasta su jubilación, en 2019, cuando fue sustituido por Lluís M. Laiburu, otro hombre de la casa a la que se incorporó en los tiempos de Miquel Alimentació.
Durante cinco décadas, la empresa familiar estuvo liderada por Ramon Miquel Ballart (1926-2022), el heredero, que no solo se dedicó a la distribución mayorista sino que también estuvo al frente de empresas químicas (Barrau) o informáticas (Admira). Incluso formó parte del consejo de administración del desaparecido Banco Mercantil de Manresa y participó en la fundación de Banca Catalana. Recibió la Creu de Sant Jordi (2003), la Llave de Barcelona (2004) y la Medalla al Mérito al Trabajo (2011), la máxima distinción que concede el gobierno español en el ámbito laboral o empresarial.
Doble estirpe
El CEO de Glovo pertenece a una doble estirpe empresarial porque, por parte de madre, están los Miquel, y por la del padre, los Pierre, que merecen un capítulo aparte. Esta rama de los Pierre, procedente de Alsacia, se estableció en la primera mitad del siglo XIX en San Joan de les Abadesses y se dedicaron al textil. Òscar Pierre no es el único emprendedor de la última generación porque su hermano Marc fue cofundador de Renty, plataforma de alquiler de objetos, y ahora se encuentra en el área de ventas de TravelPerk. Y tienen dos primos: Carlos Pierre Trias de Bes, fundador de Badi, una app para encontrar a compañeros de piso, y que recientemente ha participado en el relanzamiento de la marca de lámparas de lujo Parachilna; y Clàudia Pierre Trias de Bes, impulsora de Meeting Lawyers, start-up de asesoría legal online abierta las 24 horas del día que tiene como presidente a Albert Rivera, exlíder de Ciudadanos.