Oxfam Intermón denuncia que, a pesar de que las principales empresas españolas aumentan cada año sus beneficios, apenas contribuyen al crecimiento del empleo. En su informe "Desigualdad S.A.", publicado este lunes coincidiendo con el arranque de la Agenda de Davos del Foro Económico Mundial, la ONG analiza como 50 de las principales empresas españolas contribuyen a agravar las desigualdades.
Así, el pasado 2022 las grandes empresas del país ganaron un 16% más y los sueldos medios de sus consejos de dirección crecieron otro 45%, pero el de sus plantillas no. En este sentido, Oxfam Intermón destaca que también en 2022, el 10% más rico de la población en España concentraba más de la mitad del valor de la riqueza, mientras que el 50% de los hogares más pobres apenas llegaba al 8%.
El informe pone de relieve la concentración "extrema" que hay en España de grandes empresas en sectores clave, como el eléctrico y el bancario. "Los datos nos muestran una distribución desproporcionada con energéticas y bancos registrando crecientes beneficios, traducidos en retribuciones millonarias a accionistas y altos ejecutivos, mientras que 14 millones de personas en nuestro país ven cómo han aumentado los costes de su hipoteca y 17,1% de personas no podía permitirse mantener su casa caliente", señala Cortada.
A pesar del aumento del 16% en los beneficios, estas empresas apenas contribuyen al crecimiento del empleo, evidenciando una desconexión entre ganancias y generación de empleo a nivel nacional, recoge el informe. Por su parte, los sueldos medios de los miembros del consejo de dirección del conjunto de grandes empresas analizadas muestran un aumento del 19% entre 2021 y 2022 y de un 45% desde 2020; el salario medio de estas empresas subió un 8% en 2022 y apenas un 9% desde 2020.
Como promedio, una persona trabajadora de estas empresas tardaría 91 años en ganar lo que el primer ejecutivo gana en un solo año, calcula Oxfam, que alerta además de que la desigualdad de género persiste en estas empresas, con las mujeres ganando un 15% menos que sus hombres, según recoge EFE.
"El poder empresarial desbocado y la extrema riqueza no pueden seguir campando a sus anchas. El sector público debe implementar una regulación adecuada que priorice el bien común y los intereses de la mayoría frente a los de unos pocos". Entre las propuestas, Oxfam Intermón pide reformas fiscales que aseguren que las grandes fortunas y corporaciones tributen de manera justa a las ganancias que obtienen y sin eludir sus impuestos.
"Sabemos que el poder público puede frenar la avaricia de las grandes corporaciones y de las grandes fortunas. El estado tiene que regular los monopolios, empoderar a las personas trabajadoras, gravar estas enormes ganancias corporativas y, fundamentalmente, invertir en una nueva era de bienes y servicios públicos", concluye el informe.