Scranton Enterprises, vehículo inversor vinculado a la familia Grífols, ha llegado a un acuerdo con un inversor privado para refinanciar parte de la deuda de una de sus filiales. Se trata de Scranton Plasma,  encargada de recoger el plasma de 75 centros repartidos entre Estados Unidos, Alemania y Hungría y entregárselos a Grifols para que la compañía pueda producir terapias para pacientes con inmunodeficiencias.

En concreto, el holding refinanciará 377 millones de euros de Scranton Plasma tras un acuerdo por tres años, según ha informado Reuters. La firma de inversión es una de las máximas accionistas de Grifols y ha estado rodeada de polémica en la primera mitad del ejercicio, a raíz de los informes de Gotham City Research contra Grifols.

En ellos, el fondo oportunista liderado por Daniel Yu acusaba de irregularidades en operaciones vinculadas entre la farmacéutica catalana, sus filiales BPC y Haema, y Scranton. En este sentido, Grifols compró  las empresas  Haema y BPC Plasma y poco después las vendió a Scranton Plasma. Ambas son propiedad del holding, tras su venta en 2018, aunque la cotizada catalana sigue manteniendo su control.

Una situación por la que la cotizada ha tenido que salir a aclarar reiteradas veces las acusaciones en materia financiera y de gobernanza y que le han llevado a perder cerca de la mitad de su valor en lo que va de año. Miles de millones de euros perdidos en bolsa que la compañía aún no es capaz de recuperar, por las dudas sobre su elevada deuda y la generación de flujo de caja a medio y largo plazo.

Si bien la venta del 20% de Shanghai RAAS y la emisión de 1.000 millones de euros en bonos para refinanciar deuda dan un respiro a la empresa, analistas y agencias de calificación crediticia como Moody's no terminan de confiar en la capacidad de la compañía para hacer frente a los retos económicos más allá de 2025. Por otro lado, Grifols asegura que mantiene una sólida posición y confía en el crecimiento en Estados Unidos a través del lanzamiento de su medicamento Yimmugo, con el que pretende alcanzar los 1.000 millones de dólares en ingresos.

Cabe destacar que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) analizó la situación financiera de la compañía en un informe en el que, pese a encontrar "deficiencias relevantes", avalaba las cuentas de la farmacéutica catalana. No obstante, obligó a la compañía a modificar sus ratios de deuda y apalancamiento. 

De igual modo, en los últimos meses Grifols ha anunciado diferentes cambios en su gobierno corporativo y en su modelo de gobernanza, habiendo desvinculado a la familia de cualquier cargo ejecutivo dentro de la compañía y anunciando que dejaría de realizar operaciones con Scranton u otros vehículos relacionados con familiares.