La empresa catalana de última milla Paack, que busca una salvación con la venta de su filial francesa y con un segundo ERE en Barcelona en menos de un año que dejará en la calle a media plantilla (86 personas), se quedará sin comité de empresa una vez culminen las salidas. En total, acumula 148 despidos, sumando los 62 de abril, sobre un total de 234 trabajadores (antes del primer ERE). O sea, que ha despedido al 63% de su plantilla en cinco meses.
En un inicio, los recortes afectaban a personal protegido como embarazadas, personas con reducción de jornada y víctimas de violencia de género, así como a los delegados sindicales. La negociación con la empresa permitió llegar a un acuerdo para salvar el empleo de las embarazadas, pero los delegados sindicales ofrecieron voluntariamente su puesto para ello, según cuentan fuentes sindicales a ON ECONOMIA.
La empresa, que entrega paquetes a domicilio de comercios como Decathlon o El Corte Inglés, no hace declaraciones a los medios, se limitó recientemente a emitir un comunicado en el que aseguraba que la reestructuración "garantiza su sostenibilidad a largo plazo" y anunciaban el nombramiento de Xavi Rosales como CEO de Paack Iberia. Lo que no han hecho público son los resultados del ejercicio 2023, a los que ha tenido acceso ON ECONOMIA y arrojan pérdidas de 15 millones de euros por segundo año consecutivo y una alerta del auditor, EY, que reconoce el "incierto" futuro de la empresa. La facturación en 2023 fue de 71,8 millones, tres menos que los 74,9 de 2022.
Hace tan solo un año, la empresa celebraba haber levantado más de 300 millones en rondas de inversión y se postulaba como candidata a unicornio, como se conocen las start-ups candidatas a valer más de 1.000 millones de euros. Un año después, su futuro está en entredicho y la empresa busca salvavidas por ahora con poco éxito.
"Ante la dificultad de afrontar sus vencimientos en el corto plazo, la sociedad está en el proceso de obtener fuentes de financiación adicionales", apuntaba la auditoría a la que tuvo acceso este diario. Pero "el éxito final de éste (proceso), supone una incertidumbre material que podría condicionar la capacidad de la sociedad para poder continuar operando bajo el principio de empresa en funcionamiento", completaba.
Los auditores alertaban también que "la memoria adjunta" presentada por la empresa "no incluye la información relativa al personal de alta dirección y al administrador único en relación con las remuneraciones", pese a que en la auditoría del ejercicio anterior EY ya había incluido una salvedad respecto a la obligación de incluirlas según la legislación vigente.
La empresa defiende en su memoria que "existen motivos fundados de éxito técnico en la realización del proyecto" sobre el cual se está investigando para aplicar en la empresa, que tiene la financiación garantizada para echar a andar.
Las dudas del auditor EY
Pero a las dudas de EY y las pérdidas no dan signos verdes, en medio de un proceso de reestructuración y del nombramiento reciente de Xavi Rosales como CEO de Iberia e Ignacio López, incluido inicialmente en el ERE, como nuevo director de la filial gala para su venta.
En 2022, según figura en el Registro Mercantil, multiplicó por 7 sus pérdidas, que pasaron de 2 en 2021 a 15 millones, mucho más que el crecimiento de la cifra de negocios que pasó de 62 a 74 millones de euros.
Un año antes de ejecutar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que arrancó con gran polémica porque incluía a los delegados sindicales y a mujeres embarazadas, la empresa firmó un contrato con Konecta en Marruecos, al que ha tenido acceso ON ECONOMIA, para deslocalizar la atención al cliente, uno de los motivos a los que los sindicatos achacan los recortes.
El Expediente de Regulación de Empresa acabó acordándose con los sindicatos tras una huelga convocada que no llegó a producirse por la oferta final de aumentar la indemnización.
Fundada en el 2015 de la mano de Fernando Benito, Victor Obrados, Xavier Rosales y Suraj Shirvankar, la compañía ha recaudado más de 300 millones de euros en diferentes rondas de financiación. En 2022 atrajo la más destacada, con 200 millones de euros, en la que participó Softbank.
A través de estas operaciones, Paack Logistics llegó a incrementar su valoración hasta los más de 800 millones de euros, lo cual le aupó en las quinielas para formar parte del selectivo grupo de los unicornios (empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares).
La pandemia, que disparó las entregas a domicilio, impulsó el crecimiento de Paack, que consiguió ser rentable en 2020 con un beneficio de 1,4 millones, hito atípico en las start-ups, que suelen ir a pérdidas durante sus primeros años por la elevada inversión.
Durante el año de propagación del covid, la facturación se multiplicó por más de 4 al pasar de 9 a 41 millones y con los beneficios se dio carpetazo a un ejercicio, el de 2019, que dejó pérdidas de 306.000 euros.
Con un 35% de su flota eléctrica y el objetivo de convertirse "en la primera solución de entrega de última milla libre de emisiones", Paack se asoma ahora al abismo.