Paellador es un conocido elaborador de paellas congeladas que se comporta como una empresa turística. Precisamente, con la recuperación de la restauración y la vuelta del turismo internacional después de la pandemia, este productor de platos precocinados para bares y restaurantes también ha recuperado las ventas y ha vuelto a los beneficios.
Detrás de Paellador está Meritem, una empresa de Igualada (Barcelona) que también comercializa otros platos precocinados con las marcas Pizzador (pizzas), Cruji Coques (cocas), Pastaghetti (pasta), Platos Caseros, Tapasdor o los batidos de frutas Smoothies Dor. Pero su marca estrella es Paellador, con la que sirven varios tipos de congelados de paellas de arroz y fideuás.
En el ejercicio de 2022, el último del que se disponen de datos, Meritem facturó cerca de 10 millones de euros, un 57% más que en 2021, que cerraron con 6,33 millones de euros, que ya fueron un 63% más que los 3,88 millones de 2020, cuando se vieron afectados por el cierre de la restauración a causa de la pandemia de Covid-19.
Meritem también ha vuelto a la senda de los beneficios (157.000 euros en 2022) después de encajar unas pérdidas de 1,48 millones de euros en 2020 por culpa de la pandemia. En el ejercicio de 2021, las pérdidas solo fueron de poco más de 13.000 euros porque ya había empezado la recuperación de la restauración.
Aunque todavía no han presentado las cuentas del año pasado, en el informe de gestión del ejercicio de 2022 daban por hecho que superarían las ventas anteriores a la pandemia, que se acercaron a los 12 millones de euros en 2019. Atribuyen este empuje en la facturación "al escenario de normalidad en los flujos turísticos".
En este informe apuntan que están "atentos" a "la evolución del turismo" y a los "posibles efectos que el tablero geopolítico y situaciones como la guerra de Ucrania pueden generar sobre nuestra actividad". Efectivamente, la mayor parte de los restaurantes a los que sirven sus platos precocinados se encuentran en la costa o en ciudades que reciben mucho turismo como Barcelona.
La publicidad de Paellador desaparece de la Rambla
Curiosamente, los letreros de Paellador casi han desaparecido de los principales ejes turísticos. Por ejemplo, en la Rambla de Barcelona ya no se ve ninguno, aunque algunos de sus restaurantes todavía ofrecen sus paellas, servidas a los turistas con las conocidas paelleras de metal individuales. En otros puntos de la ciudad es fácil encontrarse con los letreros de Pizzador, en el caso de las pizzas que solo necesitan pasarlas por el horno.
Disponen de una red de cerca de 4.000 restaurantes clientes y también exportan al exterior, sobre todo a Francia, Gran Bretaña, Bélgica y Holanda.
Este pequeño imperio lo fundó Francesc Seuba Trullàs. Su familia era propietaria de Rosdor, un productor de patatas fritas que en 1987 vendieron a la multinacional británica United Biscuits. Cinco años después, antes de las Olimpiadas de Barcelona, puso en marcha la producción de arroces semipreparados con la marca Paellador y, en los años siguientes, fue añadiendo otras líneas. El nombre del fundador había aparecido repetidamente en las listas de morosos de la Agencia Tributaria, pero ya no salió en la última.
Los productos Paellador se distribuyen en restaurantes en sobres congelados. Basta con verter el contenido en la paellera individual, añadir agua hirviendo y colocarlo en el horno. La empresa suministra tanto estas paelleras como unos hornos especiales, con capacidad para cocinar diversas raciones al mismo tiempo, que ya están programadas a la temperatura y tiempo necesario. Así, el restaurante puede servir tantas paellas como soliciten sus clientes, en cualquier momento y sin perder tiempo. Que no convenzan a los gastrónomos locales amantes de las paellas es ya otra cuestión.