Las asociaciones empresariales catalanas, desde Foment del Treball hasta Pimec pasando por la Cambra de Comerç de Barcelona, se han mostrado claramente en contra de la opa del BBVA al Sabadell desde el primer día. Lo han dicho, han hecho comunicados, estudios e incluso Foment envió una carta a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Pero su momento es ahora.

Con el inicio de la fase 2 de estudio por parte de la CNMC, es ahora cuando este organismo tiene que escuchar a las partes implicadas y afectadas, empezando por el propio Sabadell. Las patronales, en tanto que representantes de los empresarios, se consideran afectadas, motivo por el cual ultiman alegaciones en contra de la opa. Tienen diez días hábiles desde el dictamen de la CNMC del martes pasado, por lo tanto, hasta el 26 de noviembre. De hecho, la Asociación de Accionistas Minoritarios ya lo ha hecho este viernes.

Según ha podido saber ON ECONOMIA, Foment, Pimec y la Cambra de Comerç tienen intención de personarse delante del regulador de la competencia que preside Cani Fernández. Fuentes de la Cámara explicaron el viernes que ya han tomado la decisión de hacerlo y están preparando la documentación.

La cúpula de Pimec también lo tiene claro, pero todavía lo tiene que aprobar su comité ejecutivo, que se reúne el próximo martes, según han explicado fuentes de la organización presidida por Antoni Cañete. Con respecto a Foment, fuentes de la patronal aseguran que también tienen la intención de hacerlo, si bien todavía están estudiando si pueden ser aceptadas por la CNMC como partes afectadas.

Las empresas catalanas trabajan sobre todo con tres entidades; si una, el Sabadell, desaparece, la oferta queda muy reducida

La ley da derecho a partes afectadas a presentarse, como por ejemplo administraciones o accionistas, al margen del propio banco opado, en este caso el Sabadell. Pero no concreta quien podría ser afectado, ya que la ley es genérica y la misma para todos los procesos de concentración de todos los sectores. Desde la CNMC explicaron a ON ECONOMIA que puede presentarlo quién quiera siempre que "acredite interés".

La posición de las organizaciones es conocida. Foment ya la hizo saber a Cani Fernández: Josep Sánchez Llibre le hizo llegar una carta a principios de verano, en la que mostraba su preocupación por como la fusión del BBVA y el Sabadell podía afectar a las pequeñas y medianas empresas, posición que comparte con Pimec y la Cambra de Comerç, como ha manifestado Josep Santacreu en alguna ocasión.

El banco catalán es uno de los preferidos por las empresas, especialmente pymes, y más en Catalunya que en otras zonas del Estado, porque está especializado en ellas y tiene una cultura de cuidado del tejido comercial y empresarial, trabajando con la tienda, el autónomo, la micro y la pyme. El BBVA no tiene tanto esta cultura, pese a que ahora se esfuerza en ponerla en valor, pero sí que tiene mucha presencia en las empresas catalanas porque hace años que es un banco fuerte en el Principado, especialmente después de la absorción de las cajas de Unnim y CatalunyaBanc.

Lo que denuncian los empresarios es que, con la pérdida de uno de estos dos bancos –son dos de las tres principales entidades para los catalanes, después de CaixaBank–, la oferta para las empresas y pymes, que suelen trabajar con más de un banco, queda ya muy reducida. Hay el Santander, y otras entidades, pero son menos proactivas a la hora de atender el tejido empresarial catalán o demasiado pequeñas o con poca presencia para sustituir al Sabadell.

La pérdida de un centro de decisión en Catalunya

El argumento de la pérdida de oferta es el principal porque afecta directamente a la competencia y las patronales pueden defender su afectación en tanto que representantes de las empresas que saldrán perdiendo. Pero también preocupa el hecho de que se pierda un banco con el centro de decisión aquí. A pesar de tener la sede en Alicante, el Sabadell es, junto con CaixaBank, la única gran entidad financiera que tiene su cúpula y el grueso de su plantilla de servicios centrales en Catalunya, en concreto en Sant Cugat.

Las patronales defienden que esta no es una cuestión sentimental ni patriótica, sino que el lugar donde se toman las decisiones afecta a las decisiones que se toman; si se decide desde aquí, es más fácil que se tenga en cuenta Catalunya, su economía, sus empresas y sus familias. Si se hace desde Madrid, las tiendas de cualquier capital de comarca quedan muy lejos y las prioridades pueden facilmente ser otras.

Pimec publicó un informe hace unos meses en el que advertía que la pérdida del Sabadell reduciría un 8% el crédito a empresas, retirando 54.000 millones de euros al tejido económico español. El BBVA negó la cifra y aseguró que seguirá financiando a las empresas.

Los esfuerzos del BBVA y el papel del Govern

El banco que preside Carlos Torres está haciendo un esfuerzo por convencer a los catalanes de que la operación será positiva. No solo ha puesto en marcha una gran campaña publicitaria en catalán en televisión y otros medios, sino que además Torres y otros directivos del banco se han reunido con las patronales catalanas para tranquilizar a sus líderes y asegurarles que no tienen motivos para preocuparse. Es evidente que no les han convencido.

El Sabadell cuenta con el apoyo de las organizaciones empresariales catalanas y también con la recientemente creada Asociación de Accionistas Minoritarios, liderada por Jordi Casas, sabadellense y directivo de Foment. La asociación fue la primera en anunciar que ya han presentado sus alegaciones a la CNMC, este mismo viernes.

Lo que todavía es una incógnita es qué hará el Govern de la Generalitat. En este caso funciona en la dirección contraria que en el de las patronales porque, al ser Catalunya una región especialmente afectada por la posible fusión, es Competencia la que se tiene que dirigir a su gobierno para pedirle "un informe preceptivo no vinculante". Fuentes tanto de los departamentos de Economía como de Empresa han declinado posicionarse y se mantienen a la espera.