Los trabajadores del BBVA están en pie de guerra. El banco ha vuelto a elevar la presión en las oficinas al exigir un número mayor de ventas con el propósito de seguir mejorando los resultados en el segundo y tercer trimestre, y ganar músculo financiero ante el Sabadell. Pero los nuevos objetivos comerciales planteados por la entidad vasca han hecho estallar a los empleados, que se plantean iniciar movilizaciones, paros e incluso ir a la huelga.
El pasado mes de marzo, durante la celebración de la junta general de accionistas del BBVA en el Palacio de Euskalduna de Bilbao, los principales sindicatos del banco (CC.OO, UGT, SECB, ACB, CGT, CIGA, ELA) llevaron a cabo protestas en la calle y aprovecharon el turno de palabra para expresar ante el consejo su malestar por la elevada presión comercial que hay en las sucursales. Asimismo, reivindicaron un convenio colectivo justo como el que ya se ha firmado con CECA o la patronal de las cajas rurales, pero que no consiguen cerrar con la patronal de banca.
En este contexto, en el que el ambiente laboral ya era “bastante tenso”, se produce el sorpresivo anuncio la opa del BBVA sobre el Sabadell, que tan solo ha traído “más incertidumbre a la plantilla”, indican fuentes sindicales. El propio presidente del banco, Carlos Torres, ha anunciado ya que habrá ajustes de personal si la opa sale adelante y hay fusión con el Sabadell, lo que de nuevo ha generado nerviosismo entre los empleados.
Y para “más inri” hace solo unos días, la entidad ha revisado al alza los objetivos comerciales del personal de la red de oficinas para el segundo cuatrimestre, que comprende los meses de mayo, junio, julio y agosto. Según estas fuentes, “el BBVA quiere su mejor foto en los resultados que presentará en julio y en octubre, que se corresponden a los del segundo y tercer trimestre” y ha elevado, de media, en un 30% los objetivos con el propósito de seguir mejorando sus números y mostrar fortaleza en los meses en los que transcurre la opa.
Además de elevar los objetivos comerciales, “el BBVA también ha endurecido los incentivos y ahora la plantilla tiene que vender más para cobrarlos”, explican desde UGT, desde donde recuerdan que están exigiendo “más trabajo en pleno verano”, lo que quiere decir que la mayoría de la gente estará de vacaciones y no podrá cumplir con estos objetivos. Y los que estén en oficina, tendrán que asumir más carga de trabajo.
“No descartamos iniciar movilizaciones”, advierte el sindicato. “El BBVA dice que hay que vender más que nunca en los próximos dos trimestres. Y de postre, el que quiera cobrar los incentivos (la retribución variable) tiene que cumplir más requisitos durante los meses de vacaciones”. El banco ha elevado los objetivos de “todo”, de captación de clientes, de venta de fondos, de hipotecas… “De media un 30%, pero en algunos casos hasta el 60%”.
Desde CGT-BBVA aseguran que el BBVA quiere hacer un trimestre “fuera de lo habitual, para luego sacar pecho de cara a los accionistas” en el proceso de la opa. Pero los trabajadores ya están en pie de guerra y están debatiendo las posibles acciones a llevar a cabo. “Primero serán las movilizaciones y si vemos que son secundadas y hay respuesta por parte de la plantilla, pasaremos a paros y huelgas”.
El sindicato gallego incide en el malestar que existe en la plantilla por la presión comercial. “La carga de trabajo es inasumible, en las oficinas hay muy poco personal y habrá aún menos en verano. Pero el banco marca nuevos objetivos”, explica.
Comisiones Obreras asegura que en algunas oficinas los objetivos han subido hasta un 70% y existe cierta “angustia” entre los trabajadores porque no saben si van a llegar al mínimo para cobrar los incentivos. Recuerdan que, “precisamente, el personal de la red de oficina es el que está sobrecargado de trabajo” y esta nueva situación solo agravará el problema de riesgos psicosociales que hay.
“No descartamos iniciar movilizaciones”, comentan. Ya las hicieron en marzo (huelga incluida) para protestar por los salarios en el contexto de la negociación del convenio colectivo de banca, que no ha terminado de cerrarse. “La AEB da pasos muy pequeños y no vemos posible cerrar un acuerdo antes de verano. Siguen apretando a las plantillas aun obteniendo beneficios desproporcionados”.
Todas estas quejas las dejarán claras en la junta extraordinaria de accionistas que el BBVA celebra el próximo 5 de julio para aprobar la ampliación de capital que les permitirá comprar el Sabadell. Desde todos los sindicados confirman que van a asistir, intervendrán y emitirán su opinión sobre el asunto.