De la declaración romántica que pregonaba Netflix en el 2017 asegurando que "el amor es compartir una contraseña" tan solo han pasado seis años. Tiempo suficiente para que el enamoramiento se rebaje y pase a la viabilidad de una relación, entre la plataforma y sus usuarios, que tiene que ser más recíproca que la que se planteaba al principio. Netflix lo daba todo y, a cambio, el usuario bien poca cosa: precios bajos y compartidos, alta calidad de sus productos, apuesta por producciones premium, actores de Oscar y, sobre todo, la ausencia de publicidad.
Esta era la gran carta de presentación con la que quería captar la audiencia: paga para ver lo que tú quieras, cuando tú quieras y sin interrupciones. Parece que la fórmula más antigua, la de la televisión convencional, ha sabido sobrevivir sin tantos cambios repentinos y, ahora, Netflix se plantea copiar, precisamente, el modelo del cual huía y se desmarcaba completamente.
De espaldas a la publicidad
Pero esta plataforma ha pecado de creerse que podría vivir sin la publicidad. De hecho, hasta hace pocos meses, Netflix seguía defendiendo que no esperaba que el nivel con soporte publicitario tuviera un impacto apreciable en el cuarto trimestre ya que lo preveía compensar con una ganancia de 4,5 millones de suscriptores. Es evidente que el nivel con soporte publicitario contribuyó a las ganancias, aunque Netflix se negó a ver exactamente cuántos nuevos suscriptores había al nivel con soporte publicitario y no lo consideraba una herramienta indispensable para su balance final en positivo.
Aun así, un informe publicado por la empresa de datos Ampere Analysis asegura que las inscripciones de suscripciones diarias se dispararon más de un 50% durante los primeros días que el soporte publicitario estaba disponible. Netflix tuvo su mejor tasa de registro durante este tiempo de lanzamiento, del 3 al 5 de noviembre de 2002 en los Estados Unidos. Y casi el 10% de las inscripciones de nuevos clientes ahora son para el nivel de publicidad, según constató el informe. Así pues, el dato es realmente bueno con tan poco margen de tiempo, pero llega tarde y falta ser capaces de convencer a la mayoría de los clientes, los cuales todavía recuerdan el sonsonete del amor.
Hasta 5 minutos de publicidad por hora
En el caso de España, llegó unos días más tarde, el 10 de noviembre. Pero las normas para este público son las mismas. Tendrá que ver anuncios, entre 4 y 5 minutos de publicidad por hora, con pausas que en España son 20 segundos, y que se ofrecen tanto al principio del visionado como durante este. Además, no permitirá descargar contenidos para ser vistos en otro momento sin conexión en Internet. Netflix también añadió que la calidad máxima será de 720p/HD (la misma que su plan Básico), y que hay contenidos no disponibles, pero en realidad parece una cuestión de derechos internacionales, como ya pasa con el resto de planes.
El público americano no ha ayudado
También es importante conocer la opinión de los especialistas. Mark Zgutowicz, analista sénior de Rosenblatt Securities, ha asegurado en una entrevista esta semana para la CNN, que Netflix gasta un montón de dinero en contenido en todo el mundo, pero que no ha recibido el apoyo de dos de sus mercados mayores, los Estados Unidos y Canadá, donde el crecimiento de los suscriptores "ha disminuido durante el pasado". Desde esta consultora, calculan que el gasto anual ya llega a los 20.000 millones de dólares. El crecimiento de los suscriptores en los Estados Unidos y en Canadá ha sido una historia difícil de explicar.
Es por eso que tienen que hablar de la historia de crecimiento global [de la suscripción], el flujo de caja positivo, el nuevo contenido, las nuevas oportunidades de crecimiento como los juegos y potencialmente nuevos modelos de negocio y mercados". Por descontado, Netflix sigue siendo Netflix y sigue siendo muy popular entre sus 213,5 millones de usuarios en todo el mundo, pero más allá de la imagen hay que ver la viabilidad económica.
¿La publicidad llega demasiado tarde?
En definitiva, es posible que Netflix se arrepienta de haber esperado tanto tiempo para lanzar un nivel compatible con anuncios. Los últimos datos, teniendo en cuenta este servicio, ya cifran en 7,7 millones de suscriptores en todo el mundo, muy por encima de las expectativas del servicio de streaming y tres veces el número que añadió al tercer trimestre del 2022. Eso trajo a un total de 230,8 millones de suscriptores en todo el mundo, contando los que no aceptan publicidad todavía.
Había una gran teoría sobre las caídas, la más popular es que llevaba cerca de una década siendo líder de transmisión de larga duración y todo son modas que van y vinen. Ahora, según cómo se analizan los números, incluso se ha quedado por detrás del servicio de streaming Disney+, aunque Disney también cuenta ESPN + y Hulu en estos suscriptores. Pero más allá de las carreras entre plataformas de streaming, Netflix marca una tendencia de retorno al modelo tradicional televisivo del cual, un día, prometió que nunca se convertiría en él. No dejes lo cierto por lo dudoso