​Financiar la compra de un coche, por ejemplo, se está encareciendo a toda velocidad y vuelve a niveles de hace un lustro. No solo los hipotecados sufren los rigores de la subida del Euribor que en 2022 pasó de negativo al 3,08%. En la oferta de las grandes entidades, estos créditos al consumo exigen unos intereses superiores al 8% TAE (Tasa Anual Equivalente) –incluye ya todos los gastos- que contrasta con los tipos aplicados a sus depósitos y cuentas corrientes que actualmente se sitúan en torno al 0,47%. Existe, pues, una notable diferencia entre los tipos de pasivo (depósitos) y los de activos (créditos) que cobran las entidades financieras y que explica el buen momento de sus cuentas de 2022 que ahora se empiezan a conocer.

Las últimas cifras del Banco de España referidas al crédito al consumo solo alcanzan hasta noviembre del pasado año, con un interés medio para los de plazos superiores a cinco años del 7,79% que baja hasta el 7,53% cuando el dinero se solicita a más de un año y menos de cinco. Pero estos niveles son ya historia y la carrera en rentabilidades se empieza a ver en las ofertas de los bancos con el apoyo también del alza de medio punto que realizó el Banco Central Europeo (BCE) a mediados del pasado mes de noviembre hasta el 2,5%. 

Es posible hacer otras comparaciones que evidencian el importante margen que están obteniendo los bancos españoles con sus créditos. En general, con unos depósitos sin apenas retribuir todavía y con estos 8% al consumo, el margen es brutal (no obstante, hay que tener en cuenta sobre todo el riesgo de impago de los clientes, es decir, la morosidad). Pero si se compara, por ejemplo, con los tipos que ofrece la deuda pública en los plazos de 1 a 10 años, que son los intereses que paga el Estado porque le presten dinero, estos no superan el 3%. El Estado, en teoría, carece de riesgo de impago, al menos de momento, en Europa. A la hora de aceptar un interés es bueno conocer cómo están los distintos tipos de activo y pasivo y compararlos en sus distintos plazos. Normalmente, a plazos más largos el tipo también suele ser superior, ya que la posibilidad de incidencias se prolonga en el tiempo.

Comisiones

Una primera variable a tener en cuenta es la diferencia entre el TIN (Tipo de Interés Nominal) y la TAE, ya que el primero no refleja lo que finalmente pagará el solicitante del préstamo, mientras que en la segunda vienen recogidos todos los gastos y comisiones. Lo más habitual en los créditos al consumo son dos tipos de comisiones: la de apertura, que suele ser un porcentaje sobre el valor del crédito con un mínimo, y la de estudio que también es un porcentaje aunque muy inferior y por el que también cobran un mínimo los bancos. Por ejemplo, en el caso del Banco Sabadell la comisión de apertura es del 2,5%, mientras que la de estudio es del 0,25%. También el deudor puede encontrarse con alguna otra comisión si adelanta pagos sobre el dinero pendiente del crédito o si lo decide pagar todo lo que le queda de golpe. Esta comisión ronda el 1% de ese capital, no de todo el crédito.

Comprar un coche

Los dos grandes bancos, Santander y BBVA, cobran intereses muy parecidos. A los clientes de la entidad presidida por Ana Botín, el tipo del crédito para comprar un coche es del 7,45% y si no es clientes es el 7,75% el primer año que subirá al 8,82% a partir del segundo. El BBVA mezcla la nómina y la edad del coche a la hora de calcular sus tipos. Para coches de menos de 3 años y si se trata de un cliente con nómina el tipo es del 7,49%, porcentaje que se eleva hasta el 8,57% sin nómina. En los coches con más de 3 años de antigüedad, el cliente de BBVA pagará el 8,84% y el no cliente el 9,94% por ese crédito.

Caixabank también modifica sus tipos de acuerdo con los plazos e importes. Aplicaría una TAE del 10,362% para un importe de crédito de 6.500 euros a pagar en el plazo de 6 años, según recoge la propia entidad en su página web. 

En Bankinter no ofrecen visibilidad de tipos y lo confían al perfil del cliente que solicite el dinero durante una consulta personal. Tanto ING como Banco Sabadell, publican unas amplísimas horquillas que son poco indicativas del coste real. En el caso del Sabadell la TAE oscilará entre el 4,05% y el 20,69%, teniéndose en cuenta tanto plazos como importe y los criterios de riesgo que el banco aplique al cliente. En el holandés ING el tipo también va para la adquisición del coche del 6,69% hasta el 12,67%.  

También las entidades ofrecen algunos descuentos en comisiones o tipos ligerísimamente más bajos cuando se trata de vehículos con etiquetas ECO con el fin de favorecer la automoción sostenible.