El laboratorio farmacéutico Reig Jofre se expansionará su división de dermatología y productos osteoarticulars en los países del Este de Europa, después de alcanzar un "muy buen posicionamiento" en Polonia, donde abrió una delegación en el 2020, en plena pandemia. Tres años más tarde, esta filial tiene unas ventas anuales de 7 millones de euros y "ha posicionado la compañía, de manera que ha sido una perfecta puerta de entrada para las otras áreas de negocio, la de tecnologías farmacéuticas -con antibióticos e inyectables- y la de productos para el cuidado personal -con los complementos nutricionales y productos para el bienestar-", ha revelado Joaquín García-Agustí, director de esta división del negocio (Specialty Pharmacare). Con este objetivo, el grupo reforzará el equipo de Polonia para llegar a las 40 personas. En paralelo, seguirá con su apuesta para los países del Este de Europa y, con una fórmula similar a la de Polonia, quiere entrar en Chequia y Eslovaquia.
Ahora mismo, globalmente, el negocio de dermatología y osteoarticulars aporta el 30% de la facturación del grupo (271 millones de euros en el 2022), con un incremento del 7% en el último ejercicio, y será una palanca más de la internacionalización del grupo, que ya genera una tercera parte del negocio a los mercados exteriores, básicamente en Europa. Otro 24% de la actividad corresponde al área de productos para el bienestar personal (Healthcare) y el 46% de los ingresos provienen de la división farmacológica. Desde Reig Jofre resaltan que los mercados internacionales ya suponen el 56% de las ventas globales, mientras que el mercado español todavía concentra el 44% de la actividad.
El plan de expansión tiene la vista puesta a alcanzar los 300 millones de facturación, con un crecimiento "pausado", ha asegurado el consejero delegado de Reig Jofre, Ignasi Biosca, miembro de la tercera generación de la compañía, que tiene el 38% del capital cotizando en el Mercado Continúo. "Si es posible llegar a este hito en el 2023, mejor," ha puntualizado, en una rueda de prensa posterior a la celebración de la junta de accionistas. La junta de accionistas ha aprobado un dividendo flexible de un máximo de 3,2 millones de euros y, según Bimella, espera que en un plazo de dos o tres años la retribución al accionista sea solo en efectivo, "si lo hiciéramos ahora sería un peligro para la capitalización de la empresa", ha concretado.
Biosca ha argumentado que, habiendo sorteado los dos años afectados por la pandemia en los cuales el laboratorio fue una pieza estratégica para la sanidad pública española, a partir de ahora toca "rentabilizar el plan de inversiones de 150 millones del periodo 2015-2020", que sirvió para incrementar la capacidad de producción de las fábricas de Toledo, Malmö (Suecia) y la planta de Sant Joan Despí (Barcelona).
Esta última instalación, en la que se invirtieron 40 millones de euros, ha fabricado durante los dos últimos años vacunas para la covid para Janssen (Johnson and Johnson). "A finales de 2022 se acabó el contrato que teníamos firmado", ha dicho Biosca, y ahora "nos focalizaremos a desarrollo de productos propios e introducirlos en nuevos mercados, y a potenciar la fabricación de formas inyectables liofilizadas estériles (botellas y viales) para terceros". Con eso, la compañía espera mantener la producción de 30 millones de viales anuales, que es la capacidad actual de la fábrica, "que a medida que abrimos nuevos mercados podemos, si se da el caso, ampliar con una tercera línea de producción".
El consejero delegado de Reig Jofre, en un repaso de los resultados económicos del 2022, ha destacado que el grupo ha conseguido crecer en las tres divisiones de negocio y romper las barreras de los 250 millones en ingresos (271 millones) y los 30 millones en el resultado operativo (ebitda). Las tres divisiones han registrado incrementos de la facturación, con un comportamiento especialmente positivo de la primera, que ha notado el crecimiento del negocio de los antibióticos, que cayeron en el 2021 como consecuencia indirecta de la pandemia, ya que el uso de las máscaras redujo las infecciones. Al mismo tiempo, ha reducido la deuda hasta los 62,3 millones de euros, que "no tendrá que refinanciar porque está referenciado a tipo de interés fijo".
Con respecto a la dimensión de la plantilla, la compañía no se plantea aplicar ajustes los próximos tiempos, como tampoco tuvo que hacer durante la pandemia, sino todo el contrario porque generó 150 puestos de trabajo para la nueva planta de Sant Joan Despí. Actualmente, el grupo tiene 1.213 colaboradores, el 94% en contrataciones indefinidas.
Presión sobre los precios de los antibióticos
El consejero delegado de la firma se ha mostrado especialmente preocupado por el crecimiento de los costes de producción en el último año y la presión que ejerce sobre los fármacos con precios regulados como los antibióticos. En esta línea, ha asegurado que hay "una necesidad imperiosa" en Europa de un replanteamiento de los precios de los medicamentos más baratos, con precios en algunos casos que no han variado los últimos 15 años, para poder dar garantías de suministro. Así, ha apuntado que con el aumento de la inflación habrá medicamentos "básicos y baratos" que no serán viables y que se priorizará venderlos en los mercados donde se paguen mejor.