El PSOE ha propuesto, este miércoles a través de una enmienda al proyecto de ley para crear un impuesto mínimo global del 15% a grandes multinacionales, la creación del Impuesto sobre el margen de intereses y comisiones de determinadas entidades financieras. No obstante, aunque se trata de un impuesto, tendrá -en caso de salir adelante en el trámite parlamentario- caducidad dentro de tres años. Según la enmienda, el nuevo tributo será aplicable durante tres ejercicios consecutivos a partir de 2024. El nuevo impuesto gravaría el margen de intereses y comisiones obtenidos por entidades de crédito y las sucursales de entidades de crédito extranjeras, en las actividades que desarrollen en España.

El tipo del impuesto tendría un carácter progresivo (del 1% al 6% en función de la base liquidable) y se permitiría una deducción del 25% de la cuota de Sociedades. Además, se establece una deducción extraordinaria en el caso de que sufran un descenso sostenido de su rentabilidad. Tendrá efecto para los periodos impositivos que se inicien el 1 de enero de 2024 y se abonará en 2025. 

El PSOE justifica en su enmienda el mantenimiento de un impuesto inicialmente planteado como un gravamen temporal en que la banca ha seguido aumentando su beneficio, pero establece una vigencia limitada de tres años desde 2024 ante la posibilidad de que futuras situaciones pongan en peligro la estabilidad financiera. Hace referencia a que la carga efectiva del sector financiero en España sigue manteniéndose por debajo del tipo nominal del 30% del impuesto de sociedades al que está sujeto el sector. Por lo tanto, el PSOE da por hecho "la ausencia de efectos adversos significativos del gravamen temporal".

La temporalidad, por si la economía va mal

Añade que los tipos de interés en los niveles actuales y los resultados que está obteniendo la banca en los últimos trimestres muestran que el negocio financiero "no se ha visto mermado por la existencia de un gravamen temporal". Dice en su enmienda que el Euríbor viene experimentando un leve descenso en 2024, en comparación con el año precedente, aunque sea aún superior a los niveles de 2022. El PSOE hace referencia también a los datos proporcionados por el Banco de España sobre préstamos y créditos a hogares y sociedades no financieras y destaca que se mantienen de forma sostenida por encima del 5% desde junio de 2023. 

Sobre la evolución del negocio bancario es explícito: en el segundo trimestre de 2024 se observa un incremento tanto del margen de intereses y de los ingresos netos por comisiones, como del resultado de la banca, en su conjunto.

No obstante, el PSOE hace mención de cómo de impredecible es la situación económica y en ello se basa para argumentar "la introducción prudente del impuesto", es decir, su temporalidad. Aunque se reserva la permisibilidad de que "el legislador pudiera evaluar en el futuro su mantenimiento". 

PNV y Sumar

La nueva propuesta del PSOE cuenta con el apoyo del grupo parlamentario del PNV. El partido vasco ha acordado que se integre en el sistema tributario foral y la concertación se lleve a cabo a través de la Comisión Mixta del Concierto. Según un comunicado del PNV, las enmiendas pactadas para la concertación de los impuestos a grandes multinacionales y banca incluyen, en el apartado del ámbito de aplicación, "una salvaguarda foral que establece que los nuevos tributos se aplicarán a través de los regímenes tributarios forales de Concierto y Convenio económico en vigor, respectivamente, en los Territorios y Históricos del País Vasco y en la Comunidad Foral de Navarra".

Se da así cumplimiento a la Ley del Concierto Económico, que fija en su disposición adicional segunda que en el caso de que se crearan nuevas figuras tributarias, se procederá a la pertinente adaptación del Concierto Económico a las modificaciones que hubiese experimentado el referido ordenamiento.

Mientras, el socio minoritario del Ejecutivo, Sumar, ha introducido enmiendas para convertir en permanente el impuesto tal como está concebido ahora a tenor de los beneficios que las empresas financieras han registrado en sus últimos ejercicios. En concreto, Sumar quiere transformar el gravamen temporal a la banca -y también el de las energéticas que, al parecer, no seguirá aplicándose- en impuestos permanentes, pues ya consigue recaudar 2.900 millones de euros al año en dos sectores "que tienen beneficios extraordinarios".