El Puente Aéreo entre Madrid y Barcelona, inaugurado en 1974 por Iberia como la primera ruta de este tipo en Europa, cumple 50 años, resistiéndose a la competencia del tren de alta velocidad que, desde que empezó a enlazar ambas ciudades en 2008, ha ido ganando cuota de mercado al avión, hasta llegar al 82% actual.
Actualmente, Iberia ofrece 86 vuelos semanales en cada sentido (172 en total) entre Madrid y Barcelona, 14 diarios de media entre semana y 8 los sábados y los domingos, respectivamente, en los que se puede viajar tanto con billetes abiertos como con billetes cerrados. No obstante, estos últimos, en función de la tarifa contratada, conservan la flexibilidad de los abiertos para cambiar el vuelo sobre la marcha si hay plazas disponibles y se quiere coger.
Cuando se inauguró oficialmente el servicio el 4 de noviembre de 1974, tras ya tres días en funcionamiento, había 13 vuelos diarios en cada sentido en régimen de puente aéreo, además de otros cuatro de reserva, recoge EFE. El año de su inauguración, el tráfico aéreo entre las dos ciudades se caracterizaba por una elevada concentración de pasajeros en determinadas horas del día y por un considerable porcentaje de viajeros que no se presentaban a sus vuelos con reserva.
Iberia buscó una solución alternativa a la reserva de plaza y a la asignación previa de asientos, adecuando los vuelos diarios a la fuerte demanda de viajeros de negocios. Y así nació el puente aéreo, un sistema totalmente nuevo en Europa, inspirado en el ya existente en Brasil y Estados Unidos, en el que el pasajero podía comprar su billete y salir en el primer avión disponible y sin reserva de asiento.
Durante casi 20 años, la entonces compañía de bandera española (Iberia) operó en solitario la ruta Madrid-Barcelona, un monopolio que, tras la liberalización del mercado aéreo, rompió la escandinava SAS en 1993, con un servicio diario entre ambas ciudades, extensión de su vuelo con Copenhague, a la que un año más tarde se sumaron las españolas Air Europa y Spanair.
Con una oferta de frecuencias de puente aéreo, ambas aerolíneas empezaron a competir con Iberia, llegando Spanair a acaparar en 2006 un tercio del tráfico.
Batalla legal por la marca "Puente Aéreo"
Después de que Air Europa iniciara sus vuelos regulares entre Madrid y Barcelona utilizando la denominación de "Puente Aéreo", Iberia la demandó en 1994, pero, a pesar de una primera sentencia favorable de un juzgado de Palma, finalmente, perdió la batalla legal para utilizar en exclusiva dicha marca.
En 1996, la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca aceptó un recurso interpuesto por Air Europa contra la anterior sentencia que le daba a Iberia la exclusividad de la marca.
Tras un recurso de casación presentado por esta última ante el Tribunal Supremo, éste confirmó en 2002 la sentencia de la Audiencia de Palma de Mallorca, según la cual, Iberia no tenía la propiedad exclusiva sobre la expresión "Puente Aéreo" por ser un término genérico y usual en el tráfico aéreo que no era creación ni invención de esta compañía.
La sentencia explicaba que es de total conocimiento público que dicho término apareció en la ciudad alemana de Berlín durante la Guerra Fría para su abastecimiento en virtud de la necesidad creada por el cierre de acceso a la misma decretado por la Unión Soviética.
Según el Tribunal Supremo, la definición de "Puente Aéreo" que recoge el diccionario de la Real Academia Española "atiende al uso razonable que de ella se hace en la vida cotidiana, sin referencia expresa ni a la compañía recurrente ni al trayecto Madrid-Barcelona".
Y concluía que "puente aéreo significa transporte frecuente de personas y cosas entre dos ciudades y ambas palabras son genéricas, no sólo porque así lo digan los diccionarios, sino porque es una expresión vulgarizada tanto en España como en otros países y ello desde hace casi cincuenta años".
Del negocio más rentable al más deficitario
A raíz de la crisis económica y la competencia de la alta velocidad ferroviaria, el Puente Aéreo pasó de ser el negocio más rentable de Iberia al más deficitario y la compañía estuvo a punto de cerrarlo por las pérdidas que generaba. En 2017, Iberia se alió con Vueling para operar el puente aéreo con un total de 26 vuelos entre ambas compañías (16 de Iberia y 10 de Vueling), siendo una de las novedades que los viajeros podían reservar sus vuelos, conviviendo así billetes abiertos y billetes con reserva.
Tras la crisis sanitaria, Iberia ha vuelto a operar el servicio en solitario, recuperando la capacidad prepandemia y resistiéndose a la competencia de la alta velocidad ferroviaria, que se ha ido incrementando en los últimos años con la entrada de nuevos operadores como Ouigo e Iryo. Desde la liberalización del transporte ferroviario, que se hizo efectiva en 2021 cuando empezó a operar Ouigo entre Madrid y Barcelona, el tren ha ganado 20 puntos porcentuales de cuota al avión.
Iberia destaca que los clientes del puente aéreo pueden realizar reserva de asiento para asegurarse el vuelo de su elección o volar con billetes abiertos, y que disponen de unas instalaciones específicas, próximas a las puertas de embarque, lo que les permite presentarse hasta 20 minutos antes de la salida de su avión y exprimir al máximo la ventaja de “llegar y volar” que ofrece este producto.