La Barcelona Deep Tech Summit ha reunido todo el ecosistema deep tech más relevante de toda Europa: emprendedores, startups, corporaciones e inversores. Con tan solo dos ediciones, este certamen se ha consolidado con un escaparate de ponentes de altísimo nivel que se oyen atraídos por una jornada que aborda los temas de más actualidad como la Inteligencia Artificial, la robótica o la industria 4.0 de una forma directa y mucho precisa.
A modo de ejemplo, Ariadna Font, creadora del área de ética de los algoritmos en Twitter, ha sido una de las invitadas más destacadas y a la lista se suman sectores tan diferentes, como, en este caso, la misma cosmética y perfumería. Es el caso de Puig que, en las puertas de confirmar que entra en bolsa a partir del 2024, su vicepresidenta en innovación y tecnología, Camila Tomas, nos detalla para ON ECONOMIA, cómo esta empresa ha revolucionado y roto con el mercado actual gracias a los avances en el departamento de Innovación y Tecnología.
Una aplicación con 24.000 productos reunidos
Las dos principales novedades de Puig es la venta online a través de WikiParfum y una máquina con una capacidad olfativa sin precedentes denominada AirParfum. Vamos por partes: "Puig ha tenido la valentía de desarrollar una solución que, en la industria muy marcada por el lujo y grandes players que están en Francia, es aceptar que mi competidor hace una tecnología que vende producto y, por eso, hemos desarrollado el primer buscador, la Wiki Parfum, para vender en tiendas online y offline para nuestros productos, pero también los que no son. Hemos comprobado que la gente se despista demasiado en este sector porque, de entrada, no conocemos las clasificaciones olfativas y es normal, pero a la hora de comprar uno es importante. Además, cada comercio hace sus propias interpretaciones sobre los perfumes, no hay una clasificación que la gente entienda y eso no se había solucionado todavía", constata Tomas.
La competencia compra la idea a Puig
Con los vinos pasa lo mismo, pero hay aplicaciones y se ha escrito sobre el tema. Además, también tenemos más vocabulario gustativo que olfativo. Este tipo de gran enciclopedia que ayuda a comprar un perfume ofrece hasta 24.000 productos de forma visual y, además, también en catalán. Grandes marcas como Sephora, Macy's, Alibaba o Allotino han comprado esta start-up de Puig. "Tan solo con este sistema, ya vendemos un 5% más a nivel online, gracias a la visualización de los olores a través de la descripción de las flores, las esencias, entre otros", añade a Tomas. "Lo mismo pasa cuando te dicen en una cata si puedes deducir la nota afrutada de un vino". Por eso, la multinacional catalán "se sienta con los competidores" para ofrecer este sistema que vende de forma directa, pero también a través de terceros. De hecho, el ticket online ya se sitúa en el 29% de las ventas de los últimos seis meses de Puig.
Extraer el alcohol del perfume
La otra gran apuesta es AirParfum: "La gente joven no entra en las perfumerías, hay datos en los Estados Unidos que nos lo certifican y, en general, hay mucha saturación olfativa cuando entras en un establecimiento". De hecho, cuando nosotros accedemos, podemos oler de 300 a 1.000 perfumes, depende del tamaño de la tienda y también está demostrado que hay mucha rotación de personal de venta. Para revertir esta tendencia, también desde el sector minorista, AirParfum, de Puig, es un codomizador que permite oler un centenar de perfumes sin saturar la nariz. ¿Cómo lo hacen? "Una máquina se conecta con el ecosistema digital y es como mirar fotografías. Hemos patentado el sistema desde Puig y, de la molécula que te llega a la nariz, extraemos la parte del alcohol, hacemos una especie de liposucción para sacarlo y tan solo sale una partícula muy pequeña que te llega a la nariz, sin saturación, como cuando hueles en piel, y la huella de carbono es muy pequeña". Actualmente, ya está en Japón, Corea, por todo Europa o Estados Unidos.
El invento ya encuentra otras líneas de negocios, como las subastas a cuadros. En la Christie's de Londres harán su primera subasta este diciembre acompañada de olores de perfume ya que, sin el alcohol, no hay "ningún peligro de perjudicar las obras de arte", sostiene a Tomas.