Pese a que la consultora PriceWaterhouseCoopers (PwC) anunció en 2023 que renunciaba a seguir auditando al gigante inmobiliario chino Evergrande por discrepancias sobre la cantidad de información recibida para evaluar las cuentas de la compañía en el ejercicio 2021, las autoridades chinas están investigando las responsabilidades que podrían recaer sobre la auditora como supervisora de las cuentas de la promotora, que infló su facturación en más de 78.000 millones de dólares (72.000 millones de euros), en 2019 y 2020. Las autoridades del país asiático se han puesto en contacto con algunos de los contables de PwC que se encargaban de la auditoría de Evergrande en el marco de su investigación contra Xu Jiayin, el fundador del grupo, convertido en una de las caras visibles de la crisis inmobiliaria china, según fuentes anónimas citadas por la agencia Bloomberg y recogidas por Efe.

"Comprobar este tipo de declaraciones inexactas es una de las tareas más básicas de auditoría. El riesgo para la reputación de PwC, no solo en China, sino a una escala más amplia, es muy real", aseguró Richard Murphy, profesor de prácticas de contabilidad en la Universidad de Sheffield (Reino Unido). Además, en el marco del incierto proceso de liquidación que se abrió con el fallo favorable a los acreedores por parte de la Justicia hongkonesa, cabría la posibilidad de que los administradores judiciales que tratan de recuperar dinero para pagar las cantidades adeudadas busquen compensaciones por parte de PwC, según expertos en este tipo de situaciones.

Evergrande, con un pasivo de unos 330.000 millones de dólares, entró en impago hace más de dos años tras sufrir una crisis de liquidez por las restricciones impuestas por Pekín a la financiación de promotoras con un alto nivel de apalancamiento, tras lo que fue intervenida por las autoridades chinas. El grupo se vio sumido el año pasado en nuevas turbulencias después de que su fundador y presidente, Xu Jiayin, fuese puesto bajo una especie de arresto domiciliario por "sospechas de actividades ilegales".

Esta misma semana, la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC) aseguró que la principal subsidiaria de Evergrande, Hengda Real Estate, había falseado 564.000 millones de yuanes (78.037 millones de dólares, 72.196 millones de euros) en ingresos y 91.900 millones de yuanes (12.716 millones de dólares, 11.764 millones de euros) en beneficios. Esta última cifra, apunta Bloomberg, es 20 veces mayor al escándalo de falsificación de beneficios de la estadounidense Enron en 2001, que se saldó con la práctica desaparición de la compañía consultora que auditaba sus cuentas, Arthur Andersen.