En el 2022, por segundo año consecutivo, la pyme ha recuperado de manera intensa su actividad, hecho que se ha traducido en un crecimiento de la rentabilidad, que se situó en niveles ligeramente por encima de los de 2021, según los datos del Anuario de la pyme catalana, que elabora la patronal Pimec. Esta situación fue posible gracias a la alta capitalización y solidez financiera y a la mejora de la productividad, que aumentó un 2,5%, aunque fue un incremento menor que el avance de esta variable en las empresas grandes.

Estos resultados muestran un segundo año de recuperación intensa, después del año de la pandemia. Las ventas medias por empresa de las pymes catalanas crecieron un 17,6% (en el 2021 ya habían crecido un 18,8% después de la caída del paro por la Covid-19 de poco más del 10%) y las ganancias sobre ventas un 20%. El catedrático Oriol Amado, que ha presentado el análisis de los datos, ha explicado que esta mejora se basa en la reducción del endeudamiento, la mejor gestión del activo, la progresión de los márgenes y el incremento de la productividad. Al mismo tiempo, el incremento de los gastos de personal ha sido del 14,3%.

El presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha subrayado del análisis de la situación que evidencia "el nivel de resiliencia que tienen las pymes", que han reducido su endeudamiento: cuentan con una capitalización del 53,7%, mientras que en el 2008 sus recursos propios estaban en torno al 40%. "Eso significa que, de cada 100 euros que invierten, 53 son de los accionistas", ha explicado Amado, que ha calificado de muy positivo el dato, y ha dicho que, si viniera una crisis como la del 2008, muchas empresas la podrían afrontar bien. A pesar de todo, todavía hay un 25% de las pymes que mantienen un endeudamiento superior al 90%.

Sobre la morosidad, Cañete ha constatado que las empresas proveedoras cobran a 64 días, una cifra que mejora, pero que todavía es lejana al plazo de pago de 30 días que recomienda la Comisión Europea. En este sentido, ha explicado que, si se cumpliera este plazo, el resultado medio -beneficios- del ejercicio mejoraría en un 14,4%, pasando de 81.100 euros a 92.788, para el conjunto de las pymes. El presidente ha destacado también que "estos recursos se podrían destinar a invertir en digitalización, innovación, transición energética y sostenibilidad, así como en financiar activos para mejorar la eficiencia productiva, en vez de financiar las grandes corporaciones contratistas y la Administración Pública."

El peso de la pyme a la economía

En líneas generales, las pymes catalanas han perdido ligeramente peso en cuanto a su aportación al PIB catalán y al conjunto del empleo generados por el sector privado, especialmente en el sector industrial. El anuario muestra cómo, después de la gran incidencia de la pandemia sobre la actividad económica en que el valor añadido bruto (VAB) de las pymes catalanas cayó en términos reales de un 12,6%, en el 2022 continúa la recuperación iniciada de forma parcial en el 2021. Según las estimaciones, el VAB de las pymes catalanas en términos reales creció un 5,2% en el 2022, después del 6,1% registrado el año anterior. En concreto, la contribución de la micro, pequeña y mediana empresa al valor añadido bruto (VAB) catalán fue, el año 2022, del 58,5% del total, cuatro décimas por debajo del mismo registro correspondiente al 2021.

No obstante, el informe pone de manifiesto que, en términos de aportación al PIB catalán del sector privado, las pymes han perdido peso, ya que suponían el 62,6% en el 2019, bajaron al 62,1% en el 2020, se situaron en un 62,2% en el 2021 y el año pasado el peso cayeron al 61,4%.

En términos de aportación al empleo generado por el sector privado, el anuario también constata una pérdida gradual de peso, ya que en 2019 las pymes aportaban el 68,6% del empleo, en 2020 un 68,8%, el año siguiente generó un 68,5% y el 2022 representó un 68,2%.

El director de Estudios y Análisis Económico de Pimec, Moisès Bonal, ha explicado que esta tendencia fue más acentuada en el sector industrial, dado que las pymes aportaban el 53,8% del peso del PIB industrial privado en el 2021 y en el 2022 esta aportación se redujo al 51,6%. Y el mismo pasó en materia de empleo, con una aportación de las pymes industriales del 66,7% en el 2022, delante del 67% del 2021.

La industria, el absentismo y los debates populistas

El presidente de la patronal, Antoni Cañete, ha alertado de la pérdida de peso como generadores de empleo, pero ha recordado que la pyme es la primera que sufre y muestra la desaceleración económica -"de la misma manera que siempre es la primera a salir de las crisis", ha puntualizado-, pero "lo que más nos preocupa es que la industria está perdiendo peso en el conjunto de la economía catalana".

Para la patronal, es todavía preocupante el nivel de absentismo y de productividad del tejido empresarial en Catalunya. "El absentismo, que no ha dejado de crecer en los últimos 10 años, es un problema para las pymes, especialmente para las microempresas", ha concretado Cañete. Sobre la productividad, ha insistido en la brecha que hay entre Catalunya-Espanya y el resto de la Unión Europea: "este tendría que ser el debate central, no de otros más populistas", ha manifestado, en referencia a las negociaciones sobre la reducción de la jornada laboral.