En los últimos días, la palabra "socimi" se ha puesto de actualidad después de que el PSOE y Sumar pactaran acabar con sus beneficios fiscales en el marco de una nueva reforma fiscal. El Gobierno no convenció a sus socios del legislativo para la votación que estaba prevista para el pasado jueves sobre la reforma fiscal que incluía este cambio y la aplazó a este lunes.  Falta el apoyo del Congreso para tirar adelante esta decisión. ¿Pero qué son las socimis y por qué están en pie de guerra con el Gobierno si este plan sale adelante? 

La palabra socimi corresponde a las siglas de Sociedades Cotizadas de Inversión Inmobiliaria. Las socimis son empresas que funcionan como vehículo de inversión en activos inmobiliarios para fomentar inversiones y profesionalizar el mercado. Compran viviendas, oficinas u hoteles con el fin de alquilarlos y obtener rentabilidad. 

En diciembre de 2012, la Ley 16/2012 supuso un nuevo marco fiscal para las socimis con una rebaja de impuestos para potenciar su atractivo y sus inversiones. Si tienen un capital social mínimo de 5 millones de euros y dedican más del 80% de su actividad al arrendamiento, tributan al 0% en el impuesto de sociedades por sus beneficios distribuidos en dividendos y un 15% sobre los que no.

Tienen, eso sí, un gravamen especial del 19% sobre los dividendos a sus accionistas con participaciones mayores al 5%. 

El pasado lunes, PSOE y Sumar, socios de coalición de Gobierno, pactaron acabar con este régimen fiscal especial debido a que el estímulo no ha servido para mejorar la oferta de vivienda, si bien aún no han trascendido los detalles del cambio. El paquete fiscal que se debía votar el pasado jueves, y que incluía subidas del IRPF a rentas de más de 300.000 euros entre otras cosas, fue aplazado para este lunes. 

En cuanto se dieron a conocer estos planes, dos de las mayores socimis de España, Merlin Properties y Colonial, salieron a expresar su descontento y dejaron abierta la posibilidad de sacar sus sedes fiscales de España. El presidente de Colonial, Juan José Brugera, habló de reevaluar su estrategia de inversiones e incluyó la "ubicación de sus actividades", mientras que Merlin aseguró en un comunicado que contempla "todas las posibilidades". 

Analistas estiman que Merlin Properties pueda verse afectada en hasta un 9% de sus beneficios, mientras que Colonial estimó el impacto entre un 1 y un 3% en su llamada a los analistas. Esta última se mostró después cauta en la presentación de resultados del jueves, con beneficios un 15% superiores al año pasado hasta setiembre, prefirió no reiterar las declaraciones y afirmó que se mantiene "a la espera" de la decisión del Gobierno para concretar su estrategia. 

Mientras tanto, las acciones de ambas empresas cayeron en Bolsa al conocerse las intenciones del Gobierno, aunque se recuperaron al cierre del mercado semanal permaneciendo a un valor muy similar.