En un año convulso para la farmacéutica Grifols, los datos presentados por la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) revelan que los dos consejeros delegados Raimon Grífols Roura y Víctor Grífols Diez ingresaron 1,2 millones de euros cada uno en concepto de retribuciones anuales. Los honorarios de los dos consejeros delegados fueron los más elevados entre los altos ejecutivos del fabricante de hemoderivados, e implicó una revalorización anual sobre en el 2021 del 4,96% más para Raimon Grífols y un 12,52% más para Víctor Grífols Diez. De esta cantidad total, los dos percibieron 1.040.000 euros en metálico y 209.000 euros como beneficio bruto de un plan de acciones de clase B del 2020 que fueron devengadas en el 2022, según consta a la documentación entregada a la CNMV.

Por su parte, lo que fue presidente ejecutivo de Grifols hasta hace poco, Steven F. Mayer, ganó 876.000 euros en el 2022 en concepto de retribuciones de la multinacional de hemoderivados. En el caso de Steven F.Mayer, sus remuneraciones se elevaron un 600%, ya que en el 2021 ingresó 125.000 euros, frente de los 876.000 de un año más tarde, a consecuencia del cambio de funciones que asumió el último trimestre del año, cuando pasó de consejero independiente del consejo de administración -cargo que ostentaba desde el 2011- a presidente ejecutivo del grupo. Steven F.Mayer, que fue nombrado presidente ejecutivo el 30 de septiembre de 2022, presentó el pasado 21 de febrero su dimisión como presidente ejecutivo y como consejero, así como Executive Chairman en la filial Grifols Shared Services North America. La compañía escogió para sustituirlo a Thomas Glanzmann, vicepresidente de la compañía desde 2017 y consejero de la misma desde 2006. El consejo de administración aprobó también que Raimon Grífols Roura ocupe la vicepresidencia en lugar de Glanzmann, responsabilidad que combinará con sus actuales funciones como consejero delegado solidario.

Después de los consejeros delegados, el tercer ejecutivo de la biofarmacéutica que más cobró el año pasado, por delante del presidente ejecutivo, fue Víctor Grífols Roura, que ingresó 965.000 euros como consejero dominical. Víctor Grífols Roura es miembro de la segunda generación de la compañía cotizada en el Ibex 35, pero que se mantiene en manos mayoritarias de la familia Grífols. Justamente dejó de asumir tareas ejecutivas cuando se nombró Steven F.Mayer como presidente ejecutivo, en una operación que fue acompañada de un plan estratégico para intentar recuperar la confianza del mercado de capitales por sus elevados niveles de endeudamiento, después de que 2022 pasos factura a la compañía y redujera su capitalización.

A la espera de que la próxima semana presente los resultados anuales, la evolución del negocio hasta septiembre de 2022 registraba un beneficio neto de 188 millones de euros, mientras que los ingresos crecieron hasta 4.351 millones, un 18,8% más en términos reportados en relación con un año antes. La compañía ha hecho públicos este martes sus principales resultados hasta septiembre, entre lo que destaca un ebitda (beneficio bruto) reportado de 927 millones de euros, cosa que representa un margen del 21,3%, que llega al 22,2% si se excluye Biotest, la firma alemana que adquirió en el 2021 y que ocasionó, en parte, los altos niveles de endeudamiento del grupo.