Red Points alcanza la rentabilidad. La compañía tecnológica, que nació hace aproximadamente una década con el objetivo de proteger contenidos y marcas contra la piratería y las falsificaciones en internet, cerrará el año con Ebitda positivo. Laura Urquizu, socia y consejera delegada de la empresa barcelonesa, ha explicado en el encuentro TB Coffee with... organizado por Tech Barcelona que en 2022 el negocio hizo un cambio de rumbo y los socios apostaron por ganar dinero. "Al final una start-up es un experimento, es una idea que se pone en práctica y nosotros vimos que ya no éramos un experimento. Decidimos aparcar el crecimiento y fuimos a buscar retorno, que ya hemos logrado". ¿Cómo lo hicisteis? "El truco fue empezar a medir cada euro que invertíamos y el retorno que nos daba", apostilla.
Sobre si estaba en la hoja de ruta el break even y la posterior rentabilidad, Urquizu aclara que hace un año y medio, aproximadamente, nadie hablaba de ello y añade que incluso era "cutre" pronunciar la palabra rentabilidad. Sin embargo, la crisis del coronavirus, la guerra en Ucrania y las subidas de tipos provocaron un frenazo en las valoraciones, que obligaron a "replantearse el ecosistema". "Somos rentables desde septiembre y esto te da muchas alegrías, pero especialmente dos", argumenta la directiva.
En primer lugar, porque se ha creado una empresa "de verdad" y "es un orgullo". En segundo lugar, agrega que actualmente Red Points es un negocio que "da valor, que ya no necesita inyección de capital para crecer". "Ahora tenemos la opción de cerrar rondas de financiación o no cerrarlas. Ya no tenemos que levantar capital para seguir con nuestra estrategia".
"No hace falta ser rentable, pero sí demostrar que lo puedes ser"
"Ahora todas las empresas del mismo tamaño que la nuestra están en su camino hacia la rentabilidad. O ya lo son. Cuando eres más pequeño no tienes por qué preocuparte por el Ebitda positivo", declara la CEO de la compañía. Urquizu confiesa que también invierte en otras start-ups y que en su función de business angel aconseja a los emprendedores en series A que no busquen la rentabilidad, que deben empezar a buscarla en series B. "En ese escenario no hace falta ser rentable, pero tienes que demostrar que lo puedes ser y que el modelo funciona. Esto es sano, porque hemos cometido errores en el pasado y ahora esto ha cambiado".
¿Cómo definiría a Red Points tras la rentabilidad? Urquizu responde que siguen siendo referentes mundiales en su categoría, que es el fraude. "Ahora tenemos que decidir si vamos a más o menos velocidad, o si nos expandimos por otros mercados o no", pero pone énfasis en el hecho de que ya es decisión suya y no depende de inversión externa".
"Un inversor pasa a ser tu socio en todos los sentidos"
"Cuando llegué en el negocio no había un duro en la caja y lo primero que hicimos fue una ronda con business angels. La ronda la cerramos en ocho días, fue algo muy inusual. Tras levantar ese capital hicimos una serie A, después una B, posteriormente una C y finalmente hicimos la extensión de la C", recuerda. "Como directiva lo que tuve claro desde el principio y es que quería hacer crecer la empresa con inversores con quien me pudiera entender, inversores con quien irme a tomar un café". ¿Cómo viviste la sequía financiera? "En ese momento no existía eso, había mucho FOMO (fear of missing out o miedo a perderse algo) y tuve la fortuna de elegir. He rechazado nombres porque sabía que no nos entenderíamos en el mismo consejo. Un inversor pasa a ser tu socio en todos los sentidos, hay que dedicarle tiempo", resalta.
En cuanto a la captación y retención de talento en la empresa, la directiva saca pecho de su plantilla y añade que el propósito de Red Points "atrae", y que el cóctel de talento, el componente humano, el proyecto en sí y el ser competitivos con los salarios son clave. "En el sector hay mucha competencia. Cuando estás en unas condiciones similares a otras empresas, ese cóctel que tenemos y ofrecemos nosotros hace que la gente se quede años en Red Points".
"El fraude se ha sofisticado mucho"
Laura Urquizu conoció a sus socios a principios de 2014, aunque la empresa se fundó dos años antes. Anteriormente, había estado dirigiendo equipos tecnológicos que se dedicaban a la transformación digital y a la automatización de procesos. Llevó adelante el primer fondo de start-ups en capital semilla en 2007 en España. "Aquí había empresas interesantes, pero faltaba la pata de inversión", matiza. "Asesoré a grupos de inversión y al final lo dejé todo y me fui al otro lado", rememora.
En 2014 Red Points contaba con 10 trabajadores, pero el sector de la piratería ya estaba a la orden del día. Ahora cuenta con prácticamente 300 empleados, siendo el 35% de la plantilla desarrolladores. Según la directiva, la clave del éxito del negocio es que supieron segmentar el mercado por verticales. "Las falsificaciones no han hecho nada más que crecer, hemos visto una tendencia más allá de marketplaces, ahora vemos proliferación de webs y perfiles falsos. El fraude se ha sofisticado mucho con la inteligencia artificial y las redes sociales".
Red Points cuenta con oficinas en Barcelona, Nueva York y en China con el apoyo de ACCIÓ. ¿Un consejo para los emprendedores? "Nosotros nunca hemos trabajado para las rondas, hemos trabajado para el negocio".