Renfe pone en marcha una nueva oferta pública de empleo con la que prevé contratar a 500 nuevos trabajadores este 2023, en concreto, operadores comerciales. Es decir, personal para las taquillas, atención al cliente, venta de billetes, megafonía o atención al usuario en los tornos de las estaciones. La empresa pública aumentará las contrataciones un 33% respecto al año pasado, lo que se traduce en 125 personas más.

La mayoría serán en Cataluña, en concreto, 70 de las 500 plazas, un 14% del total. Los otros 430 puestos se ofertan en el resto del país, según destaca Renfe en un comunicado. También aquí explica que los puestos de trabajo tendrán como referencia las condiciones laborales y retributivas establecidas en el convenio colectivo del grupo y los aspirantes deberán reunir, a 2 de marzo de 2023 (último día de la convocatoria) los requisitos específicos detallados en ella, que se puede encontrar en su web.

En 2022 la compañía ferroviaria ofertó 375 puestos de operadores comerciales y 75 de ellos fueron en Cataluña. Asimismo, contrató a más de 1.000 maquinistas, lo que hace que actualmente, la plantilla de conducción en el Grupo Renfe roce los 6.000 trabajadores, la cifra más alta de la última década.

Renfe no se recupera de las pérdidas de la covid

Renfe ha comunicado recientemente que en 2022 la compañía volvió a cerrar en pérdidas. Tras perder casi 900 millones entre 2020 y 2021, la compañía arrojó de nuevo unos números rojos de más de 100 millones el año pasado. Según explica, el descenso del tráfico de viajeros del primer trimestre del año como consecuencia del repunte de casos que produjo la variante Ómicron durante la quinta ola de la pandemia de la Covid y la subida del precio de la energía, no le han permitido recuperarse.

En concreto, los gastos energéticos de Renfe se situaron en 630,1 millones de euros, un 78,6% más que en 2021. El coste de la energía, explican, representaba el 11% del total y en el último año se alzó hasta el 16,4% del total. Lo que hace que esta partida ya sea el tercer gasto más importante de la cuenta de resultados de Renfe, solo por detrás de los gastos por cánones y los de personal.

El impacto de Ómicron también hizo que el resultado del Grupo en el primer trimestre de 2022 fuera de 95 millones de pérdidas, frente a los 13 millones de pérdidas en los otros tres trimestres. Aislados estos dos efectos, aseguran, el conjunto del año mostró un comportamiento favorable y “podrían” haber conseguido un resultado positivo por primera vez desde 2019.

Sus ingresos totales (por tráfico, ventas, alquileres, convenios Adif…) subieron casi un 30% hasta los 4.127 millones de euros, pero los costes también, hasta los 3.835 millones de euros, 664,8 millones más que en 2021.