Renfe ha presentado este lunes sus resultados provisionales de cierre de 2022, en los que se refleja que la empresa no ha podido volver a obtener beneficios. La compañía pública dependiente del Ministerio de Transportes registró pérdidas de 108,6 millones de euros en el conjunto del ejercicio anterior, principalmente por el elevado gasto energético y el repunte de casos que produjo la variante Ómicron del Covid, tal y como ha asegurado tras la celebración del consejo de administración en el que se han abordado estos resultados.

El gasto de la energía que usa para mover sus trenes se disparó un 79%, hasta los 630 millones de euros, lo que representa el 16,4% de todos sus gastos de explotación, frente al 11% que representaba en 2021, cuando los precios eléctricos comenzaron a dispararse. De hecho, antes de la pandemia, en 2019, este gasto apenas representaba el 7,7% del total de costes. Ahora, ya es el tercer gasto más importante de la cuenta de resultados de la compañía, solo por detrás de los cánones (lo que paga a Adif por el uso de las vías) y el personal.

La cuenta de resultados también se vio lastrada por el impacto de la quinta ola de Covid causada por la variante Ómicron en el primer trimestre del año, cuando los ingresos por ventas de billetes se situaron un 21,3% por debajo de lo previsto. Es por ello que, durante ese trimestre, la empresa ya acumuló unas pérdidas de 95 millones de euros, el grueso de los 'números rojos' de 109 millones con los que cerró el conjunto del ejercicio 2022.

Reducción de las pérdidas en un 70%

Renfe destaca que, si se aíslan estos dos efectos, el conjunto del año ha mostrado un comportamiento favorable. Sin el efecto del aumento de los precios de la energía (que han aumentado en 277,4 millones de euros) y de la quinta ola por la variante Ómicron, la empresa pública asegura que Renfe podría haber conseguido un resultado positivo durante el ejercicio de 2022.

A pesar de la coyuntura señalada, la cifra negativa supone una reducción del 70% respecto a los números rojos de 362 millones de euros cosechados en 2021. En cuanto al resultado bruto de explotación (Ebitda), el dato que mejor refleja la evolución operativa de la empresa, su multiplicó por más de cuatro veces, hasta los 292 millones de euros, frente a los 67 millones del año anterior.

Por divisiones, los ingresos por tráficos fueron de 3.788 millones de euros, lo que supone un incremento del 28,7%. En la parte de viajeros crecieron un 43,5% y en la de mercancías otro 15,7%. Si se incluyen otros ingresos (alquileres y convenios con Adif), las ventas totales llegan a los 4.127 millones, un 27,5% más.

Para compensar el impacto de los precios de la energía, Renfe puso en marcha un plan de contención de gasto que le permitió reducir en 368,1 millones de euros sus costes ajenos a la electricidad, lo que incluye personal, cánones, mantenimiento de trenes, servicios a bordo, consumos de materiales o proyectos, entre otras partidas.