El malestar se extiende en el sector energético por la solución que se ha dado al "impuestazo" de las empresas energéticas que previsiblemente será ampliado durante el próximo año 2025, según se aprobó la semana pasada en el Congreso. El sector está aprovechando una jornada montada por El España/Invertía para dejar patente su contrariedad por este resultado. El presidente de Natury y del Club de la Energía, Francisco Réynes, ha abierto la ronda de quejas y advertencia. La siguiente empreasa ha sido Repsol, posiblemente la más combativa contra el impuesto en las últimos semanas.

Su director general de Transición Energética, Tecnología, Institucional y adjunto al director ejecutivo, Luis Cabra Dueñas, ha vuelto al discurso de que las inversiones del grupo en España están "a la espera" de que se resuelva la situación de la posible prolongación del impuesto sobre las energéticas. En el vaiven que ha sufrido el proyecto fiscal, el PSOE anunció que no se prorrogaría, pero las cuentas parlamentarias han obligado al principal partido del gobierno de coalición a replantearse sus opciones. Así, el directivo ha mencionado, sobre el denominado 'impuestazo', que al final, se trata de una "cuestión de realidad económica".

"Repsol tiene unos planes de transición energética en sus refinerías y en el sector de la generación eléctrica renovable mil millonarios en los próximos años. Si una parte de los recursos de caja que generamos se nos va a ir por la vía de un impuesto que consideramos excesivo e injusto, tendremos menos dinero para invertir en España, no hay otra solución, son matemáticas", ha explicado Cabra. En este sentido, el directivo ha detallado que, aunque el compromiso de inversión de la empresa "en la transición energética es inequívoco, tiene que esperar a ver cómo concluye esta historia del gravamen para ver qué recursos hay disponibles y cuáles son las inversiones que puede hacer".

El texto aprobado en el Congreso declara que se quedarán fuera del impuesto las inversiones realizadas en España para la Transición Ecológica, pero como ha comentado Réynes en este mismo foro, habrá que esperar a leer la letra pequeña.

Un proceso a medias

Cabra ha señalado que se debe ser "crítico" con lo que se ha avanzado en el proceso de descarbonización, ya que, bajo su punto de vista, este proceso se ha "hecho a medias", dejando a un lado la industria, con el resultado de una desindustrialización en Europa que ha dejado atrás la competitividad.

Además, el directivo ha aprovechado para reivindicar que este tipo de cuestiones no "deberían ir de ideologías", porque "se trata de hacer una transición energética que necesitamos todos y hacerla de forma inteligente y eficiente". En esta línea, Cabra ha señalado que "las cosas se pueden hacer mejor", dando especial importancia a la recuperación en Europa de la competitividad y la industria. Cabra ha resaltado que la regulación "no está para establecer cuáles son las soluciones de descarbonización que cada sector energético tiene que aplicar en cada punto del consumo o de la producción de energía, sino para ser facilitadora de las inversiones del sector privado y exigente con los objetivos de descarbonización".

Electrones y combustión

El directivo de Repsol considera que las soluciones de descarbonización pasan tanto por electrones como por moléculas. "Tenemos que facilitar que exista en Europa una estrategia que permita que se pueda invertir en estas nuevas moléculas renovables y se pueda establecer esta nueva cadena de valor. El vehículo eléctrico hay que promoverlo, cuanto más se promueva, más recargarán en las instalaciones en las que todos estamos apostando, pero mientras tanto, y a largo plazo, todavía los combustibles líquidos renovables pueden ser una solución", ha manifestado el directivo.

De esta manera, Cabra ha resaltado que el consumidor debe "tener opciones para decidir y elegir", y también ha pedido que se promuevan los incentivos a la innovación y fiscales para los combustibles renovables, lo que, a su juicio, sumado a otras medidas, facilitaría en España y Europa una transformación industrial que ahora mismo se "está dificultando". No obstante, ha señalado que en dos años, el objetivo de la empresa es a generar entre 9.000 y 10.000 megavatios MW de eléctrica renovable, todo ello captando clientes de electricidad, de los que cuentan ya con 2 millones y medio de consumidores.