Tan solo dos días después de confirmar la inversión de 800 millones en la ecoplanta de Tarragona, Repsol ha dado este viernes en consejo de administración luz verde definitiva a los 300 millones de inversión para construir el electrolizador para generar 150 MW de hidrógeno verde en la misma localidad. Se trata de un proyecto ejecutado conjuntamente con Enagás Renovables y Messer en el consorcio T-Hynet y se trata de una instalación que deberá producir 2,7 toneladas de H2 renovable por hora. En total, serán 1.100 millones de inversiones industriales y verdes en Tarragona.
Este proyecto se ha aprobado junto a otros proyectos similares en Cartagena y Vitoria, que alcanzan un total de 700 millones de euros, según avanzó El Periódico y confirman fuentes del sector a ON ECONOMIA. Las mismas fuentes confirman que las aprobaciones están vinculadas con el decaimiento del gravamen extra que tumbó el Congreso la pasada semana gracias a la oposición de Junts.
Según el documento de la Comisión Europea que explica los detalles de esta planta y los 62,5 millones de euros en ayudas europeas que ha de recibir, se crearán allí 900 empleos directos y más de 1.100 indirectos durante la construcción. Este mismo documento preveía que la planta empezaría a operar en octubre de 2027
El hidrógeno verde es un vector energético que se obtiene a partir de la separación de moléculas de agua mediante descargas eléctricas en electrolizadores. La investigación y el aumento de la escala de esta tecnología es clave para que los precios sean competitivos en el mercado, por lo que Europa está aprobando cuantiosas ayudas, ya que se trata de la tecnología que debe sustituir a la de origen fósil en muchos de los sectores que no se pueden descarbonizar.
Se espera que el hidrógeno verde pueda ser competitivo en el transporte pesado, en la aviación, en la industria e incluso tener una cuota de mercado de automóviles descarbonizados. Debe, además, sustituir al hidrógeno gris con el que se producen fertilizantes químicos y otros productos químicos. España aspira a ser una potencia europea de hidrógeno verde y una exportadora hacia Europa a través del H2Med proyectado por Enagás, que conectará tanto la generación propia como lo importado de América Latina con el resto de Europa.
La empresa energética llevaba meses, desde que el Gobierno aprobó el 'impuestazo' como una medida a prolongar en el tiempo y no solo adscrita a la crisis energética derivada de la invasión en Ucrania en 2022, advirtiendo de que el marco regulatorio no era estable ni seguro con este gravamen. Por ello, dejó en standby sus inversiones verdes y llegó a estudiar la idea de moverlas a Portugal. Al decaer el impuestazo, Repsol desbloquea también todas estas inversiones.
La principal en Tarragona es la ecoplanta de 800 millones, que creará 340 empleos para convertir residuos orgánicos en metanol verde y otros residuos en productos de economía circular. La nueva planta tendrá una tecnología desarrollada por Enerkem, tecnólogo del que Repsol es socio, y tendrá una capacidad para procesar hasta 400.000 toneladas de residuos sólidos urbanos al año y convertirlos en 240.000 toneladas de combustibles renovables y productos circulares. El metanol se producirá a partir de residuos orgánicos, pero el plástico y otros residuos urbanos servirán para crear otros productos de economía circular.
Está previsto que la ecoplanta esté en funcionamiento en 2029, y se integrará en el complejo industrial de Repsol en Tarragona para aprovechar las infraestructuras de la compañía a la zona y "acelerar la transformación del centro en un polo multienergético que continúe fabricando productos esenciales para la sociedad, como combustibles renovables y materiales circulares", ha explicado la energética que preside Antoni Brufau. "Esta inversión es una clara apuesta de Repsol por mantener el empleo industrial y continuar generando riqueza en el entorno", ha añadido.