Repsol ha cerrado con éxito una emisión de bonos por un importe total de 850 millones de euros a 10 años, con una demanda por los inversores que triplicó la oferta. En concreto, estos bonos vencen en 2034, con un cupón del 3,625% anual, habiéndose fijado el precio de emisión en el 99,497% de su valor nominal y una rentabilidad del 3,686%, según indicaron a Europa Press en fuentes del mercado. La energética dirigida por Josu Jon Imaz ha recibido expresiones de interés por más del triple de la cantidad ofertada, con más de 230 cuentas interesadas.
El grupo ha aprovechado, en la reapertura de los mercados de deuda tras el parón de verano, el momento de alta liquidez y de tipos de interés a la baja para realizar una operación que permite alargar el vencimiento medio de la deuda de la compañía.
El éxito de esta emisión demuestra el apoyo de la comunidad inversora a la estrategia de la compañía, que desarrolla una estrategia multiernergética que prioriza la creación de valor en sus negocios en la transición energética y una atractiva remuneración al accionista.
Repsol obtuvo un beneficio neto de 1.626 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa una incremento del 14,5% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en un contexto marcado por los bajos precios del gas y unos menores márgenes de refino. La compañía ha actualizado su estrategia hasta 2027, que consolida la diversificación energética de la compañía, que ya es la cuarta operadora de electricidad de España y ha arrancado en este mismo semestre la producción de combustibles 100% renovables a escala industrial en Cartagena. Su ebitda ajustado ha sido 2.126 millones de euros, un 21,8% inferior a los seis primeros meses de 2023, por la caída de los precios del gas y los menores márgenes de refino.
El flujo de caja de las operaciones durante el segundo trimestre de 2024 del grupo ascendió a 925 millones de euros, 770 millones de euros, una cifra inferior al mismo periodo del año pasado, debido principalmente a la salida de caja por la adquisición del 49% restante en Repsol Resources UK y al acuerdo para cerrar el procedimiento arbitral con Sinopec. Excluyendo este efecto, el flujo de caja de las operaciones durante el trimestre fue 216 millones de euros, un valor superior respecto al mismo periodo de 2023.
Por su parte, la deuda neta del grupo al cierre del segundo trimestre de 2024 se situó en 4.595 millones de euros, 694 millones de euros más a la cifra al cierre del primer trimestre de este año, debido principalmente al programa de recompra de acciones y a nuevos contratos de arrendamientos.
Mientras, la liquidez Repsol a cierre de junio se situó en 9.669 millones de euros -incluyendo las líneas de crédito comprometidas no dispuestas-, lo que supone 3,09 veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo.