Repsol ha cerrado 2024 con un beneficio neto de 1.756 millones, un 45% menos que en 2023. La empresa ha explicado en un comunicado que los resultados han estado influidos "por un contexto geopolítico complejo, menores precios del crudo, del gas y de la electricidad, márgenes moderados en el refino y bajos en la química".
El resultado ajustado fue de 3.327 millones, un 34% menor.
A pesar del descenso de beneficios, consiguió mejorar en un 30% el rendimiento para accionistas, a quienes abonó 0,90 euros brutos por acción hasta alcanzar 1.928 millones en dividendos para el total de sus aproximadamente 500.000 accionistas.
La empresa propondrá a la próxima junta de accionistas que se pague un dividendo complementario el 8 de julio que lleve a los accionistas a percibir 0,975 euros brutos por acción.
También propone una reducción de capital mediante la amortización de acciones propias.
La empresa realizó inversiones netas de 5.700 millones durante el ejercicio, superior a los 5.102 millones de 2023, que se debe reducir a entre 3.500 y 4.000 millones el próximo año, para el que espera desinversiones por valor de 2.000 millones de euros.
La deuda neta del grupo ha pasado de los 2.096 millones en 2023 a los 5.008 millones al cierre de 2024.
Entre los hitos del plan estratégico, Repsol destaca la transición hacia inversiones bajas en carbono como la ecoplanta de Tarragona con una inversión de 800 millones aprobada el mes pasado para producir metanol verde, al tiempo que la empresa vendía sus activos de exploración y producción en Colombia por 500 millones de euros.
El ebitda, beneficio antes de impuestos y amortizaciones, al cierre de 2024 fue de 7.488 millones, un 19,1% inferior al año anterior.