La eólica marina es el boom renovable pendiente en España. Mientras en muchos países es ya una realidad, aquí el sector energético sigue pendiente de que se desarrolle la legislación, mientras se lanzan proyectos que ya cuentan con muestras de interés, aunque no se puedan implementar, como pasa en la Costa Brava. Para atacar este boom, Repsol se ha buscado un socio: el gigante francés EDF.
La compañía española ha anunciado que ha llegado a un acuerdo “estratégico” de exclusividad con EDF Renowables para “unir sus fuerzas de cara a futuras licitaciones de eólica marina en España y Portugal, dado que la Península Ibérica ofrece importantes oportunidades de crecimiento”. El acuerdo de Repsol con la empresa pública francesa no concreta la inversión que supondrá, pues dependerá de los proyectos que se lancen y que logre ganar la alianza.
La energética que preside Antoni Brufau ha destacado su apuesta por las renovables, que son “uno de los pilares estratégicos del proceso de transición energética” de la empresa. En su plan estratégico hasta 2027, Repsol se ha puesto el objetivo de invertir entre 3.000 y 4.000 millones de euros hasta 2027, con una potencia instalada renovable de entre 9.000 y 10.000 MW, de los que la mitad estarán en la Península Ibérica.
El eólica marina, Repsol tiene aun un papel modesto. La compañía participa en WindFloat Atlantic, un proyecto en la costa atlántica portuguesa del que también forman parte Ocean Winds (joint venture de la francesa Engie y la lusa EDP) y Principle Power, y por el que le tocan 3 MW.
Para crecer en eólica marina, un sector que se encuentra en una fase más inicial, ha elegido a una de las grandes de las renovables, con mucha experiencia en eólica y solar, como EDF Renewables, que a finales del año pasado contaba con una capacidad instada de más de 21 GW sumando ambas tecnologías.
EDF “cuenta con más de 10 años de experiencia en energía eólica marina, con una presencia acreditada en Europa, cuna de la energía eólica marina, y es también una de las pioneras en la tecnología flotante”, ha destacado la empresa española que dirige Josu Jon Imaz en un comunicado conjunto, en el que también ha subrayado que la empresa gala “desarrolla, construye y explota” los proyectos renovables, por lo que actúa en toda la cadena de valor.
La transición de Repsol
El negocio de carburantes sigue siendo el más importante para Repsol, que tiene más de 4.500 estaciones de servicio, pero su apuesta por las renovables le ha llevado ya a contar con una capacidad instalada de 3.000 MW en España, Estados Unidos y Chile, que prevé triplicar en tres años. EDF tiene más experiencia produciendo energía verde y está en mercados como Brasil, China, India, Sudáfrica y Oriente Medio.
El director general de Generación Baja en Carbono de Repsol, João Costeira, ha celebrado la alianza entre “dos de las compañías energéticas más importantes de Europa”, porque “pone de manifiesto el interés del sector por explorar las oportunidades de generación de energía renovable que brindará la eólica marina en España y Portugal, cuando el marco regulatorio de ambos países esté definido”. Béatrice Buffon, presidenta y CEO de EDF Renewables, se ha mostrado “encantada” de firmar el acuerdo.