Inditex presentará resultados anuales esta semana y, por tercer año consecutivo, es de prever que exhiba las mejores cifras de su historia, al ganar más de 5.800 millones e ingresar más de 38.000 millones, aunque el fuerte ritmo de crecimiento de años previos tiende a contenerse. Concretamente, el consenso de analistas consultado por Bloomberg calcula que la mayor empresa cotizada española ganó en su último ejercicio fiscal (cerrado el pasado 31 de enero), 5.864 millones de euros, lo que, de confirmarse, supondría la cifra más alta de su historia. Plausible si se tiene en cuenta que ha obtenido 4.500 millones en los primeros tres trimestres, con una media de 1.500 millones por trimestre.

Además, supondría un incremento del 9% respecto al año anterior, cuando el grupo textil gallego, del que forman parte compañías como Zara, Pull&Bear o Massimo Dutti, entre otras, superó por primera vez los 5.000 millones de beneficios netos, tras ver cómo crecía hasta un 30% sobre el año previo. A un ritmo similar, aunque algo inferior (27%) había crecido ya en el ejercicio 2022 (cerrado en enero 2023) y un año antes, en 2021, prácticamente se había triplicado (un 193% más) desde el excepcional ejercicio de 2020, cuando la irrupción de la pandemia forzó cierres de tiendas durante meses y llevó al grupo a hacer provisiones multimillonarias.

Facturación

En cuanto a la facturación, en 2021 se elevó un 36% interanual, un crecimiento que en 2022 se contuvo hasta el 17,5% y luego hasta el 10,4% en 2023. Los analistas prevén que para el ejercicio 2024 (que arrancó en febrero de 2024 y se cerró al final de enero de 2025) el avance de la facturación se contenga de nuevo hasta el 7,4%, para acumular unos ingresos de unos 38.625 millones.

De hecho, en los nueve primeros meses del año fiscal el beneficio neto de la firma presidida desde hace tres años por Marta Ortega -hija del fundador- ya contuvo su crecimiento hasta el 8,5% interanual y la facturación hasta el 7,1%. En cualquier caso, la empresa fundada por el hombre más rico de España, con sede en Arteixo (A Coruña), con presencia en gran parte del mundo y en torno a 161.300 trabajadores (47.700 en España), ya factura y gana más del doble que hace una década.

Este temor a una ralentización del negocio ha hecho que la cotización haya descendido ligeramente desde los máximos históricos alcanzados a comienzos de diciembre pasado y casi rozados de nuevo a mediados de febrero. Concretamente, el pasado 5 de diciembre rozó una capitalización de 175.000 millones, inédita para una empresa española, gracias a que la cotización de sus acciones cerró a 56,12 euros cada una, el precio más alto jamás registrado, con lo que el valor de la firma en bolsa alcanzó los 174.970 millones.

En Bolsa

Según los analistas de Deutsche Bank consultados por Efe, Inditex -cuyos títulos cerraron el pasado viernes a 50,42 euros- ha tenido un desempeño "claramente superior" entre las cadenas de venta minorista de ropa, con logros "sobresalientes" en ventas y ganancias desde la pandemia. De hecho, desde entonces y al cierre del mercado del pasado viernes, la firma acumula una revalorización de más del 87% respecto a hace cinco años, justo antes de que estallara la pandemia. Sólo en los últimos doce meses, sus títulos acumulan una revalorización superior al 22,5% y su capitalización bursátil actual supera los 157.000 millones, lo que la coloca como la primera firma española, seguida muy de lejos por Iberdrola, con unos 88.340 millones de capitalización.

Precisamente, estas buenas cifras han creado un cierto riesgo de que, ante expectativas elevadas, los inversores puedan verse luego algo decepcionados cuando constaten que el crecimiento de las ventas se normaliza, algo que según Deutsche Bank ya está ocurriendo. "En gran medida, los datos sugieren que el crecimiento se está desacelerando y que el calor de la marca se está desvaneciendo", advierte esa entidad en un informe de esta misma semana en el que también advierte sobre los riesgos potenciales derivados de los aranceles estadounidenses.