De los 41 concejales del consistorio de Barcelona que encabeza el socialista Jaume Collboni, la mayor parte, un total de 23, ha formado parte de consejos de administración de empresas públicas, pero solo diez han sido socios o consejeros de compañías privadas. La trayectoria más destacada es la del nuevo teniente de alcalde de Economía, Hacienda y Promoción Económica, Jordi Valls, que ha estado al frente de entes públicos como Port de Barcelona, Mercabarna y también en la privada como directivo de Suez.

La grandes mayoría de los concejales barceloneses ha trabajado en alguna etapa de su vida laboral en el sector privado. Curiosamente, algunos lo han hecho en funciones de alta dirección de compañías privadas pero vinculadas a ámbitos públicos. Este es el caso de la primera teniente de alcalde, Laia Bonet –que fue directora adjunta a la presidencia de Aigües Ter-Llobregat cuando esta concesionaria estaba controlada por Acciona- o del actual concejal de la oposición Damià Calvet –que presidió Avancar, desaparecida empresa de carsharing que en sus inicios contó con participación pública–.

Respecto al equipo de gobierno, el concejal con más experiencia empresarial es Jordi Valls. Después de ser alcalde de Manresa y conseller de Trabajo e Industria de la Generalitat en el último gobierno de Pasqual Maragall, Valls presidió la Autoridad Portuaria de Barcelona, hecho que lo llevó a los consejos de administración de varias sociedades participadas, y en los últimos dos años y medio años ha dirigido Mercabarna. Entre un destino y otro, estuvo diez años como CEO de Suez en Latinoamérica y director de Agbar en el Reino Unido. Y un detalle, también fue administrador solidario de la inmobiliaria manresana Calbuco 1313, que él mismo liquidó a finales de 2020.

Dos otros concejales del grupo socialista han administrado empresas familiares. Este es el caso de la segunda teniente de alcalde, Maria Eugènia Gay, coadministradora del despacho de abogados Gay Rosell & Solano hasta que fue nombrada delegada del gobierno central en Catalunya en enero de 2022. Y también el de Lluís Rabell, administrador de Talleres Franco, empresa familiar dedicada a los mármoles, de Martorell, liquidada en 2011 después de entrar en concurso de acreedores.

La concejala socialista Raquel Gil Eiroa también pasó por el consejo de administración de la desaparecida Quinta de la Salud la Alianza, en representación de la UGT antes de que la mutua catalana fuera absorbida en 2012 por el grupo asegurador valenciano Divina.

Respecto al grupo municipal que lidera Xavier Trias, los concejales con más incursiones en el sector privado son Damià Calvet y Joana Ortega. Si bien el primero ha formado parte de un montón consejos de empresas públicas y semipúblicas –sobre todo cuándo presidió el Port de Barcelona–, fue, antes de 2011, directivo de empresas del grupo Vertix, la promotora de la familia Massot. Incluso, ejerció de delegado de Vertix en las Baleares. También fue socio de Dèria Editores y administrador solidario de Volum Tres Estudis Integrals, un gabinete de arquitectura técnica -que es su formación- de Sant Cugat del Vallès.

Joana Ortega abrió un par de negocios después de dejar la vicepresidencia y la Conselleria de Gobernación de la Generalitat el verano de 2015, cuando Unió Democràtica abandonó el gobierno de Artur Mas. Primero montó un showroom de moda italiana para mujer en la calle a Tuset, llamado Sotto Voce, junto al estilista Rafael del Valle, pero acabó cerrando. Y también puso en marcha con su pareja, el abogado Rafael Entrena, E&T Consulting, a una consultora especializada en políticas de transparencia. Según la última declaración de bienes que presentó cuando era diputada, fue titular del 45% de Gourmet Aribau SL, la sociedad que explotó el restaurante Canela, en el número 16 de la calle Aribau, un establecimiento que mantuvo un largo conflicto con los vecinos de la finca por los ruidos, humos y olores. Joana y su hermano Roger vendieron este negocio en 2017.

Entre los republicanos, destaca la concejal Eva Baró, que ha ocupado varios cargos técnicos y gerenciales en pymes del sector médico y de la salud (1998-2015). También fue administradora solidaria de 3D Health Research, consultora del sector sanitario. Y Jordi Coronas ocupó, antes de llegar al Ayuntamiento, la dirección general de la empresa Barcino Soluciones Gráficas.

En el ámbito privado, el líder del grupo popular, Daniel Sirera, fue administrador único y director de la agencia Sirera & López Comunicación, del 2009 en el 2011, que el mismo liquidó. El concejal popular Juan Milián Querol ha sido administrador solidario de la consultora West Wing y de la editorial de libros sobre política y cultura Episteme –en este último caso, también director– hasta 2012, antes de entrar en el Parlamento.

De todos los concejales del consistorio barcelonés, quien lleva más años en el sector privado es el líder de Vox, Gonzalo de Oro-Pulido. Ha pasado veinte años en el sector de la banca, primero en Banco Sabadell y, posteriormente, en Liberbank. Hasta la actualidad ha sido socio y director de operaciones de Rhombus (RBS Global Consulting SL), consultora de servicios financieros especializada en asesoramiento patrimonial. Ha participado, como socio, en la creación de varios negocios digitales: Wellwo, de soluciones para la salud de los empleados de las empresas que contraten el servicio; Ictiva, gimnasio online; y de Udunia, de venta de artículos de moda. Y hasta hace un año, ejerció de director comercial y de expansión de Somewhere, una cadena de restauración con locales en Barcelona y Sant Cugat.